La Unió de Llauradors ha detectado en algunas parcelas de la Comunitat Valenciana la presencia de una variedad de mandarina híbrida de origen israelí, denominada Sigal, que supuestamente no ha pasado ni la fase de cuarentena legalmente establecida ni se ha comprobado que esté saneada.

La Unió ha explicado que ha trasladado los hechos a la Conselleria de Agricultura para que a través de su Servicio de Sanidad Vegetal actúe de forma «urgente» e inspeccione las parcelas y, en su caso, aplique la legislación vigente que dispone que «no se puede cultivar en nuestro territorio ninguna variedad de cítricos que no haya pasado el periodo de cuarentena correspondiente o se haya certificado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) que está completamente saneada».

La organización agraria ha indicado a la Conselleria de Agricultura que en el caso de que los hechos argumentados se comprueben fehacientemente «proceda a la destrucción de esas plantaciones y se deje constancia que la existencia de esa plantación en nuestro territorio es previa a la solicitud de inscripción de la misma en el registro de variedades de especies que han solicitado protección de obtención vegetal».