El juzgado de Primera Instancia Nº 2 de Elx ha condenado a Institución Ferial Alicantina (IFA) a abonar a la firma Tomás Llavador Arquitectos e Ingenieros S. L la cantidad de 1.526.236,94 euros -más intereses- al estimar parte de la demanda interpuesta por la empresa por impagos referentes a dos proyectos. La firma pedía 3,5 millones de euros y el juez ha aprobado un desembolso final de 1,5 millones por las cantidades adeudadas.
La empresa de arquitectos radicada en Valencia presentó el 17 de octubre de 2014 una demanda solicitando el pago de los honorarios devengados por dos encargos: el proyecto básico y de ejecución del pabellón «IFA Arena» y el proyecto básico y de ejecución del aparcamiento subterráneo y de la urbanización del entorno del pabellón. También pedía el desembolso de los intereses legales y las costas del proceso judicial.
Aunque el edificio nunca llegó a construirse, sí que comenzaron las obras de urbanización en el entorno del mismo.
Desde Institución Fiscal Alicantina fundamentaban su decisión de no sufragar los honorarios al defender que se había entregado el proyecto básico «pero no el de ejecución», las cantidades reclamadas se habían calculado de forma errónea y el planteamiento entregado «era inviable»; aportando su propio informe pericial para defender sus tesis.
Cláusula anulada
Además, los abogados de la entidad también se remitían a una cláusula del contrato, en la que se hace referencia a las «posibilidades presupuestarias» a la hora de pagar servicios. Cláusula que desde la empresa de arquitectos consideran nula porque infringe el artículo 1.256 del Código Civil, ya que «supeditar el pago de honorarios a la disponibilidad presupuestaria de IFA y a la finalización de todos los trabajos solicitados por esta, produce como efecto que el cumplimiento del contrato quede al arbitrio de uno solo de los contratantes». Por ello pedían el «cumplimiento forzoso» del acuerdo firmado.
Ante las dos versiones, el juzgado encargó un informe a un perito externo, en el que se certifica que los proyectos entregados por la empresa Tomás Llavador son «completos, viables y ejecutables». En el documento se expone también que la mayoría de deficiencias identificadas por la parte demandada son «inexistentes» y se recuerda, ademas, que «IFA no puso objeciones ni rechazo la entrega»
