"Si el dinero se va en impuestos no queda para inversiones". Así de contundente se ha mostrado José Bernardo Noblejas, presidente de IVEFA, asociación de empresa familiar de Valencia, quien ha señalado que la empresa familiar valenciana tiene tres retos fundamentales para este año que empieza: los cambios en la fiscalidad, qué ocurre con las pensiones de los empresarios familiares y la importancia de una legislación única en todo el territorio nacional.

"El 91% de las empresas de la Comunidad Valenciana son familiares, y la mayoría de ellas, tienen un tamaño pequeño, por lo que su patrimonio está afectado por la propia empresa", ha señalado el presidente de IVEFA. De este modo, José Bernardo Noblejas hace especial hincapié en que "el aumento de impuestos impide que estas empresas se desarrollen y por tanto, crezcan y creen empleo".

Para el presidente de IVEFA, el primer obstáculo "es el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, que es especialmente gravoso, y aunque existen ciertos beneficios fiscales, son de aplicación con ciertos requisitos, que resultan demasiado estrictos desde el punto de vista de facilitar el relevo generacional inherente a la empresa familiar". Del mismo modo, ha indicado que "resulta paradójico el hecho de que en 2017 en la Comunitat se ha restringido la aplicación de este incentivo fiscal solo a las empresas que facturan menos de 10 millones de euros, de forma que las que sobrepasan esta cifra de negocio no pueden aplicar la normativa autonómica y deben de dirigirse a la normativa estatal, que es más rígida".

Además, otro de los impuestos que preocupa a IVEFA es "el importante impacto en el IRPF que puede tener la donación de la empresa familiar, cuyo coste incluso puede ser mayor que el del impuesto sobre sucesiones y donaciones si no se cumplen ciertos requisitos". En definitiva, "la legislación fiscal ni facilita ni abarata la transmisión de la empresa familiar, y ello supone una mayor presión fiscal en detrimento de la empresa familiar", ha señalado Noblejas.

En este sentido, el presidente de IVEFA propone que para mantener el crecimiento económico y la creación de empleo, los impuestos que gravan la transmisión del patrimonio empresarial por cualquier vía (sucesiones y donaciones), deberían tener un tratamiento especial, para facilitar la continuidad de los herederos del empresario con el negocio familiar.

Del mismo modo, otro de los aspectos que más preocupa en 2017 de la empresa familiar es el acceso a la jubilación del empresario familiar, quien retrasa la salida de la empresa familiar "porque las condiciones de jubilación son muy precarias". Esto dificulta le "sucesión" y el transito generacional, poniendo en riesgo la renovación y la continuidad de las empresas familiares.

Por último, IVEFA y su máximo representante pone el acento en la importancia de legislar de formar conjunta en muchos aspectos relacionados con los negocios y comercios, puesto que hay muchas empresas familiares que, "en función de la ubicación geográfica deben aplicar una legislación u otra para negocios similares". Es imprescindible y urgente, una burocracia m.as sencilla y un mercado único, ha añadido Noblejas.

En definitiva, "la empresa familiar se enfrenta a una ejercicio decisivo que puede ayudarle a crecer gracias a la mejora de la coyuntura, pero que no será posible hacer sin la ayuda de las administraciones y sin el apoyo a un sector empresarial que genera el 80% del empleo", ha concluido.