El nuevo modelo de gasolineras low cost que ha surgido al calor del desarrollo tecnológico que permite a las estaciones de servicio funcionar sin personal, ha hecho florecer decenas de pequeñas empresas y algunas cadenas que se han hecho un hueco en el mercado en apenas dos años. Una de ellas es Gasexpress, de capital valenciano e implantada principalmente en la autonomía.

La firma liderada por José Manuel Costa ha conseguido en poco más de dos años y medio establecerse con 25 gasolineras, lo que le convierte en una de las marcas de referencia en España del nuevo modelo de negocio. Y sus planes de expansión son ambiciosos.

En esto momentos, Gasexpress tiene presencia en la C. Valenciana, Murcia, Teruel y cuatro estaciones en Valladolid, un mercado en el que disfruta de escasa competencia. Con esas cifras, su facturación al cierre de 2016 se sitúa en torno a 50 millones de euros.

Según reconoce la empresa, en estos momentos tienen firmados proyectos para levantar otras 25 gasolineras. Y la previsión para este 2017 es abrir entre 15 y 20 puntos. Tienen obras en marcha en Alfafar, Benissa y Alcázar de San Juan (Ciudad Real). «Todo va en función de las licencias. Es el cuello de botella. Las tramitaciones son muy densas», explica Costa sobre el proceso de implantación.

En València, por ejemplo, proyecta desde hace dos años el permiso municipal de una gasolinera para Patraix: «En València la dotación de terciario industrial es escasa, y la parcela mínima que necesitas es de 2.000 metros. Es una barrera de entrada compleja».

Al margen de esta problemática, este modelo de negocio de gasolineras que pueden funcionar sin personal se enfrenta ahora al reto regulador en la mayoría de autonomías que, como la valenciana, están aprobando normas para que haya personal siempre que estén abiertas o al menos durante el día.

En este contexto, Gasexpress va a expandirse en nuevas autonomías. Como Castilla y León, que exige la atención las 24 horas, pero también exime de impuesto autonómico. También va a introducirse en los mercados madrileño y andaluz. No así en el catalán, «muy saturado». La facturación prevista para 2018 se sitúa entre 75 y 90 millones.

Respecto a la polémica del empleo, defiende que su firma cuenta con cerca de 70 trabajadores. «Aunque el modelo automatizado puede funcionar sin trabajador en la estación, hay que controlarlo en oficina», señala, al tiempo que asegura que tiene al menos un empleado en cada estación.