Ni la llegada de la crisis y la entrada en pérdidas de la institución, ni el recurso a la Generalitat para pagar las deudas por sus obras de ampliación „un coste tasado en 1.027 millones por la Intervención„ni el ERE por el que despidieron a un tercio de la plantilla (106 trabajadores). Ninguno de esos argumentos fue suficiente para que los principales dirigentes de Feria Valencia pisaran el freno en el descontrolado ritmo de gastos con cargo a la entidad de que disfrutaban. El presidente desde 1999, Alberto Catalá, el director general desde 2006, Carlos de Vargas, y el secretario general desde 2000, Enrique Calomarde, tenían a su disposición tarjetas Visa de diferentes entidades para ir cargando a la Feria diversos gastos, singularmente viajes y restaurantes, según consta en la documentación remitida a las Corts Valencianes para la comisión de investigación que comienza mañana.

2010 fue el segundo año de crisis. En su tramo final, la Feria negoció el ERE ahora anulado por el TSJ. Fue el ejercicio en el que hay consignadas más páginas en gastos con tarjetas. Setenta y tres. Calomarde y Vargas, como sucedería en años anteriores y posteriores, tenían una tarjeta del Banco Popular con un límite de gasto mensual de 30.000 euros cada uno de ellos. La de otros directivos de menor nivel era de solo 12.000, el mismo importe que Catalá. El gasto no alcanzó esas cifras. Por ejemplo, en enero de 2010, Vargas cargó 1.185 euros, y Calomarde, 1.109 hasta el día 14 y 1.107 entre el 15 y el 26. En el caso de Catalá, fueron 883 euros, pero 4.917 en febrero. Los tres en hoteles y restaurantes de Valencia y de fuera.

Además, estos exdirigentes feriales disfrutaban de una tarjeta Visa de Bancaja con la que realizaban más pagos, alguno de ellos tan irregulares como la sustracción de dinero en efectivo en un cajero. Fue el caso concreto de Enrique Calomarde. En el mismo mes de enero de 2010 en el que había cargado 2.216 euros a la Visa del Popular, pasó gastos a la de Bancaja por 3.720 euros, de los cuales más de 603 corresponden a efectivo extraído en cajeros de Brasil y Valencia. En cada una de las ocho extracciones la Feria hubo de pagar una comisión por anticipo de efectivo. En aquel mes, Carlos de Vargas solo cargó 20 euros de un gasto en un hotel de Madrid, mientras que Catalá pasó 2.154 euros.