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Entrevista

Santiago Carbó: "Los tratados comerciales son clave para una economía como la valenciana"

Carbó asegura que la Comunitat Valenciana crecerá en 2017 más de los previsto y avisa de que se debe invertir en infraestructuras como la fibra óptica para ser más competitivos.

Santiago Carbó: "Los tratados comerciales son clave para una economía como la valenciana"

Santiago Carbó (Gandia, 1966), catedrático de Fundamentos del Análisis Económico y consultor e investigador del Banco de la Reserva Federal de Chicago, impartió ayer una conferencia en la convención de ideas «La vía valenciana» que ha organizado en PSPV en València y a la que han acudido otros prestigiosos economistas como José Carlos Díez o Joaquín Maudos.

¿La socialdemocracia valenciana tiene en la actualidad una vía propia?

Sí, y está haciendo unos planteamientos muy interesantes. Esta vía valenciana, que es más amplia que el PSPV y tiene que ver con las políticas que ha aplicado el Consell del Botànic, ha sorprendido gratamente. Se han dado soluciones a temas espinosos como la apuesta por el corredor mediterráneo o por cambiar el modelo radial de infraestructuras. Porque todo no puede pasar por Madrid. Un polo de crecimiento por el que pasa la C. Valenciana es interesante para la economía de toda España. Y además, era necesaria la reivindicación en materia de financiación. La infrafinanciación de la Comunitat Valenciana está encima de la mesa y en Madrid ya se reconoce el problema, aunque sea en privado.

En todos estos proyectos, el Consell del Botànic está siendo apoyado por los empresarios, que en muchas ocasiones lideran esta reivindicación.

Me sorprendió positivamente el apoyo de los empresarios. Al Estado español le cuesta resolver problemas que se enquistan y eso ocurre con demasiada frecuencia. Y pienso que esa vía valenciana intenta atajar parte de los problemas que se han enquistado en la sociedad española. La financiación y la vertebración, y en estas dos claves los empresarios son fundamentales. En Madrid deben entender que las reivindicaciones no son caprichos, sino que están sustentadas en razones económicas.

¿Cómo sería la C. Valenciana si estos problemas se hubieran resuelto en tiempo y forma?

Evidentemente la situación de las finanzas estaría saneada. Antes ha habido una mala gestión evidente, pero la competitividad sería mayor y la sanidad y la educación no estarían tan presionadas. Pero prefiero verlo desde otra perspectiva. Se ha logrado todo lo que se ha logrado a pesar de estas grandes trabas. Me gusta verlo así.

La Comunitat Valenciana terminó 2016 como la segunda autonomía exportadora. ¿Continuará con esa senda en 2017?

En este momento la economía que no es capaz de generar bienes y servicios para la cadena de valor internacional tendrá más problemas. Hay desafíos, como la política de Donald Trump, aunque no sabemos finalmente el impacto que tendrá en la globalización. No sé si logrará hacer tanto como anuncia. En ese contexto, el futuro pasa por las nuevas tecnologías. Tenemos que posicionarnos en el valor añadido. Y ahí la infraestructura ferroviaria no es la clave, aunque es fundamental para hacer negocio. También habrá que tener buenas conexiones de fibra óptica, por ejemplo. Hemos tenido una gran tradición en industria tradicional pero ojo, el futuro del valor añadido está en otras infraestructuras. No olvidemos que debemos apostar por una vía que hay que reforzar más como la innovación y las aplicaciones tecnológicas de servicios. Tal vez no podamos tener una multinacional como Apple pero sí empresas pequeñas y medias de alta tecnología.

Frente a la renacionalización de Trump, la UE acaba de firmar un tratado de libre comercio con Canadá. ¿Será positivo para la Comunitat Valenciana?

Dentro de los lejos que está es un vecino Atlántico. Es una oportunidad. Creo que caer en la trampa de partir de la base de que la globalización ha sido mala es un error. Porque esa globalización ha aumentado el bienestar. Existe una menor desigualdad entre países y eso ha sido bueno para todos. Una cosa diferente es el incremento de la desigualdad en el interior de los estados. EE UU lo que quiere es una globalización que pueda controlar. Pero esa no es la vía. La globalización ha tenido efectos negativos pero no podemos decir que es capitalismo salvaje. ¿No ha sido suficiente? Puede ser, pero se está manipulando a la opinión pública. Reino Unido es una economía que no ha parado de crecer y que ha integrado en su mercado laboral a toda la inmigración sin que se haya tensionado. Otra cosa es que a los británicos no les guste y hayan optado por el Brexit.

¿Y para la C. Valenciana?

Los acuerdos comerciales son muy buenos. Y para una economía exportadora y competitiva como la valenciana son fantásticos. Te han abierto campo de juego. Pero por supuesto no hay nada gratis y también se ha abierto para otras empresas. Pero tu estás en la Champions y debes competir para ganarla.

¿Cómo se comportará la economía valenciana en 2017?

Se ha creado mucho empleo pero la calidad es mala. Y debería preocupar al Gobierno. La Comunitat Valenciana va a crecer más de lo que dicen. Y España también. El descenso de los vientos de cola no será tan perjudicial. Mario Draghi ya ha dicho que la política monetaria va a seguir con tipos bajos y continuará comprando deuda pública. Y esto nos beneficia mucho.

¿Quedan muchos años de gobiernos conservadores en España y Europa?¿Cómo puede enfrentar la socialdemocracia esa hegemonía económica?

La socialdemocracia comparte los criterios de estabilidad que se han impuesto en Europa. Y hay que reconocer que centro-derecha y socialdemocracia han dado estabilidad a la UE. No creo que Merkel vaya a perder en Alemania. Y en Francia tenemos que esperar a que no gane Marine Le Pen. En España necesitamos la recomposición de la socialdemocracia. El PSOE tiene que encontrar el liderazgo. La clave es que los jóvenes, que se han metido en una posición más radical por la desesperanza, regresen a tesis que defiende la socialdemocracia clásica. A nivel estatal ese cambio y entendimiento entre las distintas sensibilidades progresistas parece más difícil por la visibilidad que tienen los partidos. Es más fácil un acuerdo entre PSOE y Podemos a nivel autonómico que nacional.

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