Iberdrola registró un beneficio neto de 2.705 millones en 2016, lo que supone un aumento del 11,7% respecto al ejercicio anterior, gracias a la buena evolución del negocio en Estados Unidos, que repuntó un 53%. Además, el grupo energético indicó que propondrá una remuneración al accionista con cargo a 2016 de 0,31 euros brutos por acción, lo que supone un incremento de casi el 11% con respecto al importe comprometido el año anterior.

De esta propuesta de retribución al accionista, que deberá ser aprobada por la junta general de accionistas que se celebrará el próximo 31 de marzo en Bilbao en primera convocatoria, la primera parte (0,135 euros brutos por acción) fue abonada ya el pasado mes de enero y se completaría con un nuevo pago de, al menos, 0,175 euros brutos por acción el próximo mes de julio.

Iberdrola registró este incremento en su beneficio a pesar del impacto sufrido por la evolución de las divisas de referencia del grupo respecto al año pasado, ya que la devaluación de la libra esterlina y el real brasileño no se ha visto compensada por un dólar estadounidense sin apenas variación frente a 2015.

No obstante, el grupo ha logrado protegerse de estas oscilaciones de las divisas con derivados financieros. Así, el resultado por derivados mejora en 115,6 millones de euros, en gran medida por las coberturas sobre beneficio neto que generan una valoración positiva por la evolución de la libra esterlina tras el Brexit.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en 7.807,7 millones de euros en 2016, un 5,5% más. Sin tener en cuenta el efecto del tipo de cambio, se incrementó un 8,2%.

La compañía invirtió 4.264,3 millones de euros durante el ejercicio pasado, un 32,3% más que en 2015. De este importe, el 90% se destinó a negocios regulados o con contratos a largo plazo y un 61% a crecimiento.

La deuda financiera neta se situó a cierre de 2016 en los 29.414 millones de euros, aumentando en 1.347 millones de euros con respecto a 2015 como consecuencia de la anticipación de inversiones en energías renovables, principalmente en 'offshore', y de varios elementos extraordinarios (impuestos en España, safe Harbor en los EE.UU., etc).

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, afirmó que el objetivo para 2016-2020 en Estados Unidos pasa por el crecimiento orgánico, aunque aseguró que si se presenta alguna oportunidad de adquisición en el país que sea «se echará un vistazo».

Galán señaló que en Estados Unidos el objetivo principal es el crecimiento orgánico hasta 2020, lo que permitirá un crecimiento del 8-10% y alcanzar un beneficio de 1.000 millones en el país.

Para este periodo 2016-2020, la firma incrementará sus inversiones hasta los 25.000 millones, 1.000 millones más de lo previsto en su plan estratégico, y su estimación de beneficio neto a un crecimiento medio anual del 7,5%, frente al 6% anual anterior.