Las factorías españolas de automóviles, industrias cerámicas y grandes compañías de la distribución comercial están tomando cartas en el asunto de la huelga de estibadores contra el decreto-ley del Gobierno para liberalizar este servicio -que comenzará la próxima semana- para poderse garantizar suministros y garantizar sus exportaciones a través de otros recintos portuarios tras la paralización de la actividad en el del Grao y otros de España. Fuentes de las patronales Anfac, Ascer y Anged aseguraron ayer a Levante-EMV que las compañías de estos sectores y sus proveedores «han puesto en marcha planes de contingencia para garantizarse el suministro de materiales y evitar problemas en la cadena logística que ponga en riesgo su negocio».
Entre esas medidas, los operadores logísticos de la automoción se incluye el uso de emplazamientos alternativos como Sines (Portugal), Marsella o Tánger para canalizar los tráficos de importación y exportación. De hecho, en el caso del puerto de València, que ayer volvió a reducir su actividad al 60 %, ya ha sufrido el desvío de una veintena de buques por sus conflictos laborales, por lo que las empresas estiman que las pérdidas sufridas hasta el momento se sitúan en alrededor de 2,5 millones de euros diarios.
Dependencia del mar
Las factorías de montaje de vehículos (incluida la planta de Ford en Almussafes) tienen una absoluta dependencia del transporte marítimo. De hecho, la multinacional del óvalo canaliza el 80 % de sus exportaciones por barco a través de Valencia Terminal Europa. En España se producen 12.000 vehículos al día y la mayoría se exportan. «Ante la baja actividad portuaria que se viene registrando las fábricas han recurrido incluso al transporte por avión», asegura el presidente del Clúster de la Automoción AVIA, Emilio Orta.
El Ministerio de Fomento también reconoció que los puertos españoles están ya perdiendo tráfico de mercancías, dado que hay empresas que ya están desviando sus cargas a otros puertos ante el anuncio de tres semanas de paros convocados por los sindicatos de estibadores a partir del próximo 6 de marzo.
Alimentos frescos
El Gobierno ha fijado servicios mínimos y que se sitúan en el 100 % de operatividad para el transporte de mercancías peligrosas y productos perecederos o los suministros esenciales a las islas, Ceuta y Melilla, y de un 50 % para el resto. De hecho, grandes compañías del sector de la distribución como Mercadona no prevén tener problemas de suministros de productos frescos a áreas como Baleares.
Mientras tanto, los estibadores y la patronal firmaron ayer la apertura de un proceso formal de negociación que se prolongará el tiempo que sea necesario, aunque los sindicatos mantienen la huelga, cuya desconvocatoria supeditan a la retirada del real decreto-ley de reforma de la estiba aprobado el viernes.
Tras calificar de «positiva» la reunión con la patronal, el líder de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM), Antolín Goya, ha señalado, según informa Europa Press, que la huelga no tiene nada que ver con el proceso de negociación entre estibadores y empresas, por el que ambas partes intentan «buscar soluciones al descalabro que crea el real decreto-ley».
El decreto de la Administración central es «el verdadero causante» del preaviso de huelga y quien tiene que posibilitar que esa mesa de negociación sea más productiva y pueda alcanzar acuerdos que solucionen la situación es el Ministerio de Fomento, y agregó que «muy difícilmente» de lo que hablemos aquí se podrá llegar a una fórmula que permita la desconvcoatoria.
