Los empresarios y directivos de la Comunidad Valenciana figuran entre los menos optimistas de España a la hora de evaluar la situación actual de la economía de su región, aunque puesto el foco en 2017, su percepción mejora sensiblemente: ocho de cada 10 espera un crecimiento de las ventas y de la inversión y la mitad, prevé aumentar la plantilla, según de desprende del informe Perspectivas España 2017, elaborado por KPMG con la colaboración de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).

Preguntados por su visión actual sobre la economía de la Comunidad Valenciana, sólo un 24% de los empresarios la califica de «buena»; un 53% de «regular», y un 23% de «mala» y «muy mala». Hasta aquí, su visión es bastante más negativa que la media española. Pensando en 2017, su opinión es significativamente más positiva: un 44% de los empresarios espera que la economía mejore este año; un 50% prevé que se mantenga igual y solo un 6% teme que empeore.

Otras de las conclusiones del estudio sobre la opinión de los empresarios valencianos es que «tecnología e I+D absorberán la mayor parte de la nueva inversión». Además, apuntan a que Francia, EEUU y Alemania serán la base de sus inversiones internacionales.

A nivel nacional, el ejercicio 2017 promete ser un buen año para las empresas españolas, según se desprende de las previsiones de facturación, plantilla e inversiones de las compañías que operan en España. Tres de cada cuatro empresarios y directivos afirman que en los próximos 12 meses crecerá el volumen de ventas, mientras que un 59% planea aumentar sus inversiones y el 46% prevé contratar más profesionales.

Más de un tercio de los 2.906 empresarios y directivos encuestados en todo el territorio nacional califica de «buena» la coyuntura actual, si bien aún son mayoría (59%) los que opinan que la situación no pasa de regular. Preguntados por cuál será la evolución a 12 meses vista, una amplia mayoría (el 92%) cree que mejorará o se mantendrá igual y solo un 8% opina que empeorará.

De este modo, se confirma el cambio de tendencia observado hace tres años, cuando se produjo un punto de inflexión en las expectativas de las empresas españolas. Si en 2012 un 95% calificada la situación económica de España como «mala» o «muy mala», hoy solo un 7% así lo expresa.

Hilario Albarracín, presidente de KPMG en España, señala que «las empresas españolas encaran 2017 con optimismo y la certeza de que las prioridades estratégicas deben adaptarse a un entorno de enorme cambio y complejidad. El uso de nuevas herramientas, como la tecnología cognitiva o la robotización de procesos (RPA), debe ser un driver fundamental para el crecimiento, como también lo ha de ser el mayor foco en el cliente, el cambio cultural en las organizaciones y la búsqueda de oportunidades a través del crecimiento inorgánico».