Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Dación en pago

Los panaderos pretenden liquidar su deuda entregando su sede pagada con fondos públicos

La federación Fegreppa recibió del Consell al menos 1,56 millones entre 2002 y 2009 para comprar un palacete en el centro histórico

El palacio que ocupa la federación de gremios de panaderíay pastelería acoge cursos de formación. fernando bustamante

En la València de los primeros años 2000, si no tenías un palacio en el centro histórico de València no eras nadie. La Federación Gremial de Panadería y Pastelería de la Provincia de Valencia (Fegreppa) inauguró el suyo en la esquina de la calle Caballeros con Landerer en mayo de 2004.

Cuentan las crónicas que todo el poder popular, el campsista y el zaplanista, se dieron cita aquel día. Hubo fiesta en la calle y sonó el himno de la Comunitat. La misma autonomía que, con fondos públicos, iba a ayudarle a comprar ese inmueble. Fegreppa, la federación provincial que agrupa a todos los gremios de Valencia, había abandonado el espacio que ocupaba en la sede del histórico Gremi de Forners de la capital, después de que este se saliera de la federación.

Hoy, ese palacio del siglo XV de 2.700 metros cuadrados y tres plantas cuya rehabilitación fue valorada en 3,8 millones, es objeto de controversia. Según ha sabido este diario, la entidad pretende deshacerse del inmueble ante la incapacidad para afrontar las deudas que mantiene con los bancos. Según confirman los servicios jurídicos de la entidad, el objetivo es una especie de dación en pago, pero no a los bancos sino a un tercero que se quede con su deuda. Fegreppa aspira a librarse de la losa para poder mantener la actividad en otro local más modesto y evitar el cierre.

La polémica surge porque la entidad ha recibido un apoyo considerable de la administración autonómica para financiar el palacete. Entre 2002 y 2010, Fegreppa recibió fondos públicos de al menos 1,56 millones, a razón de 210.000 euros al año, salvo 2010, en que la aportación cayó a 100.000 euros, según ha podido rastrear este diario en los presupuestos de la Generalitat, disponibles en la web autonómica. Esas aportaciones de la Conselleria de Industria y Comercio en tiempos de Francisco Camps, se realizaron en virtud de un convenio con esta federación para «contribuir a la financiación de la sede social», aunque según parece, la Conselleria de Agricultura también colaboró con la entidad.

Pero el apoyo público a la entidad fue más allá. La Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) avaló a esta federación ante los bancos a los que pidió dinero prestado.

Compartir el artículo

stats