Las acciones de Bankia cerraron la sesión de ayer con un repunte del 3,22%, hasta los 1,057 euros, después de que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) diera el visto bueno a la integración con BMN. De este modo, la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri se colocó a la cabeza de un Íbex 35 que repuntó un 0,79% y que se quedó a las puertas de los 10.000 puntos con la vista puesta en la Fed. Así las cosas, el banco con sede en València terminó la jornada en 1,06 euros por acción y su capitalización bursátil subió hasta los 11.793 millones de euros.

Expertos de S&P Global explicaron hace unos días que una posible fusión entre Bankia y BMN sería el punto de partida para iniciar la consolidación bancaria en España, en la que las entidades medianas serían las más activas, puesto que son las que más dificultades podrían tener a la hora de mejorar su rentabilidad.

En este sentido, precisaron que en la actualidad se dan las condiciones necesarias para que se produzca una nueva consolidación en el sector, lo que ayudaría a las entidades a hacer un «ajuste significativo» de sus costes. El analista de XTB Alberto Hernández es de la misma opinión y entiende que esta operación «abre la veda en un segundo ciclo de fusiones».

Sin embargo, Nuria Álvarez de Renta 4 difiere de los expertos anteriores, puesto que considera que la integración de ambas entidades «no tendría por qué interpretarse como un indicativo de una nueva etapa de consolidación dentro del sector».

Así, explicó que la estrategia de las entidades ahora mismo es centrarse «no sólo en la gestión operativa y de los ratios de capital, sino también de crecer fuera de España», poniendo como ejemplos los casos de Sabadell, Caixabank o Bankinter. «No deja de ser una fusión entre dos entidades con la que Bankia ganará más masa crítica en las regiones naturales de BMN y donde Bankia apenas tiene presencia», añadió.