El exgobernador del Banco de España (BdE) Miguel Ángel Fernández Ordóñez (Mafo) negó ayer ante el juez instructor Fernando Andreu tener conocimiento de los correos que alertaban de la «inviabilidad» del grupo BFA-Bankia en el momento de su salida a bolsa y apludióque ningún subordinado le hiciera llegar estos mensajes porque estaban «equivocados». «Hicieron bien en no enviármelos porque estaban equivocados», dijo Fernández Ordóñez, quien declaró en calidad de investigado en la causa relativa al debut bursátil de Bankia en julio de 2011. Además, subrayó que ni los inspectores ni nadie de la escala inferior tenían por qué reenviarle estos mensajes que tildó de «erróneos», según indicaron fuentes jurídicas.

El inspector del Banco de España José Antonio Casaus envió entre abril y mayo de 2011 cuatro correos electrónicos al entonces jefe de grupo de inspectores del órgano supervisor, Pedro Comín, en los que alertó «de la inviabilidad del grupo y de que la solución de salida a bolsa no debía ser aprobada, pues suponía grave perjuicio para accionistas, preferentistas y contribuyentes (estimado en unos 15.000 millones de euros)».

El que fuera máximo responsable del Banco de España dijo ayer que nadie le mencionó nada relacionado con la inviabilidad de Bankia, pero aún así, destacó que Casaus se equivocó en sus predicciones sobre la mala situación del grupo financiero. Es más, contó que hubo una vez que otra persona sí le alertó de los problemas de Bankia y lo hizo «con fundamento, no como Casaus».

Sin embargo, Casaus, que declaró como testigo y cuya declaración tuvo que ser interrumpida unos minutos al derrumbarse, aseguró que sus correos no eran «opiniones a futuro», tal y como afirmaron este martes los ex jefes de Inspección Pedro Comín y Pedro González. Según el autor de los correos, éstos estaban «meditados» y «consensuados» porque era consciente de la importancia del tema, aunque afirma que estaban elaborados desde un punto de vista analítico y no desde uno contable porque no era especialista en ello.

Según dijo, los mensajes electrónicos aportaban cosas «muy concretas», como apuntes sobre las cuentas de marzo de 2011, que fueron las que se tuvieron presentes para aprobar la salida a bolsa, y enfatizó que nadie discutió su «diagnóstico de que el grupo estaba muerto».

Comín insistió en el carácter valorativo y poco riguroso de estos mensajes, ya que en los informes de seguimiento, que redactó el propio Casaus en abril y junio de 2011, no se menciona la inviabilidad de BFA-Bankia. No obstante, el inspector precisó ayer que en el primer documento interno ya se incluían esas advertencias, mientras que en el último se dejaron al margen porque, debido a la carga de trabajo, éste fue emitido en octubre y ya no tenía sentido subrayar los riesgos de aprobar la salida a bolsa de Bankia. José Antonio Casaus reiteró que Bankia era una «máquina de perder dinero».