La agitación en las aguas empresariales valencianas ha provocado torbellinos y también ha devuelto a la orilla restos de antiguos naufragios. La patronal del pequeño comercio Unió Gremial, la organización agraria Unió de Llauradors y la Asociación de Trabajadores Autónomos ATA mantienen contactos desde principios de año con la intención de resucitar L´Empresarial, la patronal de pymes nacida a mediados de los años noventa del siglo pasado en clara oposición al conglomerado empresarial representado en la autonomía por la CEOE española y la Cierval valenciana.
Según reconocen fuentes conocedoras de las negociaciones, se trata de una idea «poco madura», pero la inminente liquidación de la autonómica Cierval y su sustitución por la CEV, transformada ya en organización regional, la ha «precipitado». La intención, en esencia, pasa por constituir una patronal estrictamente valenciana, al margen de la CEOE y, por lo tanto, de la CEV, «una patronal representativa que vertebre el territorio, con visión comarcal y local y sensible con el pequeño empresario».
Esta idea recuperada bebe no solo del desencanto con la representación empresarial -alejada del pequeño empresario, sostienen-, sino también del cambio de gobierno en la Generalitat y la falta de movimientos en ámbitos como la Ley de Participación Institucional o la interlocución. «Se esperaba un cambio de actitud. Esto es una necesidad. Están cómodos con una patronal que igual les da una de cal que otra de arena», valoran.
L´Empresarial fue una aventura efímera, dado que terminó en la primera década del cambio de siglo, fundamentalmente por sus disensiones internas, la escasa capacidad para generar recursos y la falta de apoyo por parte de la Generalitat, dominada en aquella época por un triunfante PP que tenía en Cierval y sus tres provinciales a auténticas correas de transmisión. El origen de L´Empresarial tuvo al mismo protagonista que el actual proyecto: Unió Gremial. Esta histórica organización de asociaciones comerciales estructurada en gremios decidió abandonar la provincial de Valencia CEV al entender que en esta se imponía el criterio de las grandes superficies y quedaban marginados los del pequeño comercio. La CEV de principios de los noventa tenía como secretario general a Luis Espinosa, personaje en la sombra clave del PP y principal diana de todos los que acabaron saliendo de la organización. Y es que poco después una entidad multisectorial de pymes denominada Pymev, integrada en la Cepymev de la CEV, también se salió por idénticos motivos.
Unió Gremial, junto a otras asociaciones de Castelló (Pymec, también fuera de CEOE) y Alicante (Facpyme, con doble militancia), creó la Confederación Valenciana de Comercio (Covaco) y esta, unida a Pymev y Pymec, dieron lugar a L´Empresarial, que surgió con el propósito de asimilarse a patronales ya existentes en Baleares y Cataluña. En este último caso, la Pimec, ahora alineada con el proceso independentista. De ahí que en su seno conviviera una mezcolanza de nacionalismo de izquierdas (como el representado por Compromís) y de derechas (como el de Unió Valenciana). En una primera etapa de expansión, L´Empresarial llegó a acuerdos con entidades como la federación de cooperativas de trabajo asociado Fevecta o con la propia Unió de Llauradors, aunque esta última no llegó a incorporarse plenamente al proyecto. Se pretendía que fuera a L´Empresarial lo que AVA a la CEV.
