La Fiscalía pide además que los acusados indemnicen al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) con un mínimo de 2,5 millones de euros.

Condiciones inapropiadas

El fiscal recuerda que CatalunyaCaixa vivió una situación «crítica» como consecuencia de la crisis, hasta el punto que en 2010 el FROB tuvo que inyectar 1.250 millones para su recapitalización.

Pese a ello, Serra, entonces presidente de CatalunyaCaixa, acordó la contratación de Todó como director general y de Jaume Masana como consejero delegado con unas condiciones económicas inapropiadas para el momento que atravesaba la entidad. La Fiscalía considera «irresponsable» la política de retribuciones asumida por los órganos de la entidad y tacha de «escandalosas y millonarias» las indemnizaciones percibidas por los directivos y miembros del consejo de administración.

«A pesar de la difícil situación económica global y, en particular, del sistema financiero, y especialmente de esta caja, los sueldos de los altos directivos Todó y Massana no dejaron de subir durante 2009, 2010 y 2011», denuncia el fiscal. Todó, por ejemplo, obtuvo unos ingresos de más de 4 millones entre 2008 y 2012, a lo que hay que sumar cerca de 2 millones de aportaciones a un plan de pensiones.