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El creador de empresas condenado por fraude: «Hacienda nos roba»

Ramón Cerdà, desde su despacho en Ontinyent, presume de haber generado 10.000 firmas en 10 años

Desde su despacho de Ontinyent, Ramón Cerdà presume de haber vendido más de 10.000 empresas en una década. Al imperio de sociedades fantasma levantado por este empresario y abogado recurrieron los cabecillas de Nóos, Gürtel, Taula o Gowex, atraídos por las facilidades para poner en funcionamiento mercantiles «durmientes» en menos de 24 horas sin dejar rastro en el registro. Así se cocinaron los mayores escándalos de corrupción de los últimos años, a partir de conglomerados de empresas opacas, de «segunda mano», controladas por testaferros y nacidas de forma aparentemente legal.

Acostumbrado a verse salpicado por todo tipo de tramas, Cerdà siempre ha defendido el cumplimiento de la ley en estos traspasos, argumentando que solo un 1 % de las sociedades que vende se emplean para fines fraudulentos. La Audiencia, sin embargo, acaba de condenar al abogado a 13 años de prisión. La sala sitúa a Cerdá al frente de una red internacional de fraude del IVA que se habría servido de sus sociedades pantalla para burlar el pago de 3,2 millones. Hay 16 condenados, aunque el ontinyentí recibe el castigo más severo.

El empresario combina la venta de mercantiles con la escritura de novelas eróticas y thrillers y la gestión de un blog desde el que abandera una particular cruzada contra las «perversiones» de un sistema fiscal que en sus entradas califica de «injusto, ineficaz, lleno de mentiras y manipulaciones». «Hacienda no tiene palabra, así que mejor no fiarse nunca de lo que nos diga». Reflexiones como esta ocupan las páginas de libros que ha publicado bajo títulos como «¿Hacienda nos roba?»; «Hacienda (no) somos todos» o «Cómo quejarse a Hacienda». El abogado alardea de hablar «sin censuras» y «con total claridad» de la forma de proceder de la Administración. «Hemos de ser conscientes de nuestras obligaciones fiscales, pero también de que no nos hemos de dejar manipular. Lo mejor es conocer nuestros derechos y poder discernir cuándo el poder abusa de nosotros», sostiene una de las reseñas.

Cerdà, de 53 años, carga contra el «afán recaudatorio» del fisco. Exhibe un discurso que considera al contribuyente «un esclavo de Hacienda» y le anima a dejar de «pagar sin rechistar» y a rebelarse. Muy crítico con propuestas como la de airear el nombre de los grandes defraudadores o la de ampliar el plazo de prescripción para los delitos fiscales, Cerdà reprobó al líder podemita Pablo Echenique por pagar en negro a un empleado, pero censuró la detención «innecesaria» de Rodrigo Rato.

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