El debate abierto en España por el Gobierno central y algunas autonomías sobre el impuesto de sucesiones y donaciones -bonificado al 100 % en territorios como Madrid- está cobrando un especial
Con todo, los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) avisan de que esta medida tendría un impacto limitado en la Comunitat Valenciana, pues los grandes beneficiados de la reducción o supresión de la tributación de este impuesto -que recauda al año 2.736 millones de euros (194 millones en la Comunitat Valenciana), lo que supone que apenas representa el 0,3 % del PIB- serían sólo el 0,7 % de los contribuyentes, titulares de grandes fortunas; mientras que los principales perjudicados serían el 72,4 % de los ciudadanos con ingresos anuales entre 6.000 y 60.000 euros que compensarían la pérdida de la recaudación.
Los futuros herederos de las 18.846 mayores fortunas de la Comunitat Valenciana serían los mayores beneficiados. Estos recibirán una herencia de 55.043 millones de euros netos, sin deudas, lo que supone un caudal hereditario medio de casi 3 millones de euros. El perfil de estas casi 19.000 valencianos con mayores fortunas es el de ciudadanos que ingresan una renta media de 90.476 euros anuales.
Los técnicos alertan de que una rebaja en la caja que actualmente recauda en concepto del tributos de sucesiones y donaciones conllevaría un aumento de la escala autonómica del IRPF y del Impuesto sobre el Patrimonio para compensar a las comunidades autónomas, asegura la organización profesional que dirige José María Mollinedo. También afectaría de lleno al Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) que pagan todos los propietarios de viviendas, cualquiera que sea su renta, «para compensar a los ayuntamientos de la pérdida recaudatoria del impuesto de incremento de valor de terrenos de naturaleza urbana , conocido popularmente como plusvalías que se liquida en cada transmisión incluida la hereditaria».
Gestha destaca que países como Reino Unido, Suiza, Grecia o Chipre, con tasas del Impuesto sobre Sucesiones sobre el PIB más bajas que España -donde es del 0,3% del PIB-, registran una fiscalidad muy dura por el IBI y el Patrimonio, superando la tributación española por estos tres impuestos.
Empresas familiares
Dirigentes de organizaciones empresariales valencianas como AVE, Ivefa y Aefa han criticado recientemente la reforma aprobada por el Ejecutivo valenciano y que, a su juicio, provocará la fuga de numerosos negocios a otras autonomías en busca de una fiscalidad más ventajosa, y dificultará el relevo generacional al frente de las compañías. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, sostiene que con la modificación del impuesto se mantienen las ventajas, especialmente la reducción por vía autonómica o estatal del 95 % de la reducción del valor de la empresa a la hora de calcular este tributo.
También las bonificaciones correspondientes en las herencias, de modo que las únicas novedades son para ampliar los beneficios, como la extensión a parientes de tercer grado para acogerse a esta ventajas con el objetivo de garantizar la continuidad de los negocios familiares.
