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Salida de Reino Unido de la UE

La obra pública será un nicho de negocio para las firmas valencianas tras el 'brexit'

La Cámara y varios expertos creen que la autonomía también puede atraer a empresas británicas de sectores como los servicios

Huerto solar de la valenciana Grupotec, en Reino Unido. levante-emv

La salida del Reino Unido de la UE va a generar múltiples amenazas y perjuicios sobre la economía valenciana por los posibles efectos sobre el turismo, el mercado inmobiliario y las exportaciones, entre otros, pero también oportunidades, tanto de captación de empresas como de hacer negocio en las islas británicas. Esta última ventana es la que abrió ayer la Cámara de Comercio de València en una jornada en la que sus participantes pusieron en valor las opciones positivas que se contraponen a las negativas del llamado bréxit.

El presidente de la corporación cameral, José Vicente Morata, explicó a este diario que, para compensar los efectos perniciosos sobre la economía británica que tendrá la desconexión de Europa, el gobierno de Theresa May va a tener que aplicar un programa intensivo de inversión pública en infraestructuras que ayude a paliar los efectos sobre el PIB de las islas. Ahí, las empresas valencianas relacionadas con los servicios públicos, desde el agua a las autopistas o las energías renovables, tendrán oportunidades de negocio, dado que en la autonomía, según Morata, «contamos con firmas muy relevantes en esos sectores».

Residencial y renovables

«Las infraestructuras y las renovables son dos sectores oportunidad», coincide Abel Plasencia, responsable de comercio exterior de la Cámara de España en Gran Bretaña. La isla «tiene una edificación y una infraestructura pública bastante obsoleta». Desde el año 2010, el gobierno británico está inyectando fondos de forma masiva. La inversión en residencial, particularmente en rehabilitación de edificios y segunda vivienda, es en su opinión otro nicho de negocio.

Junto a esto, el segundo factor para abrir mercado, según Plasencia, es la marca España, «la consideración positiva hacia el ingeniero español», explica el experto, que cita el caso de la ingeniería valenciana en renovables Grupotec como ejemplo de éxito.

Por otro lado, el presidente de Cámara Valencia también cree que la C. Valenciana puede ser polo de atracción de empresas británicas o de delegaciones que tengan que abrir para estar físicamente en el mercado europeo tras el bréxit. En este caso serían mercantiles de actividades financiera, servicios o tecnologías de la información y la comunicación. En su opinión, la autonomía tiene que poner en valor el número de británicos que residen aquí -casi 84.500, el 12,4 % de la colonia extranjera frente al 5,6 % que representan en el conjunto de España- y utilizar esa posición para tratar de captar firmas.

Morata precisó que aún queda tiempo para que finalicen las negociaciones iniciadas formalmente esta semana. De momento, el turismo británico crece, mientras las exportaciones, por la devaluación de la libra, se han contraído en el segundo semestre de 2016 en un 23,3 % Los más damnificados han sido vehículos y metal, con caídas del 30 %, maquinaria (28%), calzado (21%) y frutas (12 %). Pese a todos los augurios, Morata cree que, dado su alto nivel adquisitivo, las compras al sector agroalimentario valenciano no caerán tras el bréxit.

«El grado de conocimiento mutuo entre la C. Valenciana y Reino Unido es elevado. Eso facilita relaciones comerciales. Es algo que está ganado», añade Igor Urra, secretario general de la Cámara de España en Gran Bretaña. Para este experto, el impacto sobre las exportaciones debe ser relativizado. En ámbitos como la automoción, de hecho, «la cadena de suministro está tan integrada que no veo que vayan a poner tarifas o aranceles».

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