Iberdrola cerró el año 2016 con un impacto económico de 781 millones de euros en la Comunitat Valenciana, tras un ejercicio en el que realizó compras por más de 180 millones de euros a cerca de 900 empresas valencianas, informó la empresa eléctrica.

El impacto fiscal de la actividad económica de Iberdrola en la Comunitat Valenciana ha superado los 290 millones de euros, mientras que los salarios y otras retribuciones han alcanzado la cifra de 117 millones, tras un año en el que la plantilla ha aumentado hasta 1.900 personas.

La Comunitat Valenciana ha sido una de las autonomías que más proveedores ha aportado a lo largo del ejercicio a Iberdrola, con empresas distribuidas a lo largo de las tres provincias como Siel, Ibérica de Aparellajes, Grupo Bertolín, Blue Gold Desalación, Nou Blum, Cortafuegos del Levante o Prisma Luz, entre otros.

El presidente del grupo, Ignacio Galán, destacó ayer en la junta de accionistas que «el proyecto de Iberdrola es capaz de generar progreso y bienestar, a través del fomento del tejido empresarial, con compras, inversiones y creación de empleo, y cuyo objetivo último es dar un suministro energético de calidad sin descuidar el respeto al medio ambiente»

Durante 2017, la compañía tiene previsto centrar sus esfuerzos en un proyecto de implantación de las redes inteligentes en la Comunitat Valenciana, un despliegue que ha supuesto la reforma de 15.000 centros de transformación y la sustitución de más de 2,8 millones de contadores tradicionales por los nuevos equipos con telegestión, de potencia igual o inferior a 15 kilovoltios.

El proyecto de Sistemas de Telegestión y Automatización de la Red permitirá la modernización de la infraestructura eléctrica de Iberdrola y el impulso de la economía de la Comunitat Valenciana a través de contratos con empresas locales.