La inversión realizada en el aeropuerto de València en 2012, con una nueva terminal y más superficie para el estacionamiento de aeronaves, permite al aeródromo valenciano asumir con mucho margen de maniobra los incrementos de tráfico que está viviendo en estos momentos. Aquella ampliación generó críticas, al coincidir con el hundimiento del tráfico por la crisis económica, el fin de los grandes eventos y la entrada en funcionamiento del AVE a Madrid que dejó bajo mínimos ese corredor aéreo.
Pero hoy comienza a ser de utilidad. Durante el pasado año 2016, que se cerró con más de 5,8 millones de pasajeros, prácticamente un récord histórico en Manises, la hora punta de todo el año sólo ocupó el 67% de la capacidad declarada del aeropuerto. «El último esfuerzo inversor importante en el aeropuerto fue en 2012. Desde ese año disponemos de suficiente capacidad para absorber los incrementos de tráfico esperados», señala en una entrevista a Levante-EMV Mariano Menor, director del aeropuerto.
«Los resultados son realmente buenos. Haber crecido casi un 15% en 2016, después de haberlo hecho un 10% en 2015, indica que estamos en una etapa de crecimiento sostenible fruto, entre otras cosas, de un trabajo bien hecho», señala.
Manises cerrará este 2017 holgadamente por encima de los seis millones de pasajeros, a tenor de los crecimiento del 19% y el 11% de los dos primeros meses del año y las perspectivas para este verano. «La campaña estival se presenta francamente bien. Seguimos la línea ascendente de los dos últimos años. Las compañías aéreas incrementan sus asientos ofertados en un 14,5% con respecto a la temporada de verano del año pasado. Además, se produce un incremento en el número de rutas, pasando de unas sesenta en 2016 a más de ochenta para este verano», añade. Es un incremento de rutas nunca antes visto en València.
En este contexto, las inversiones previstas se centrarán más en la calidad de los servicios que en dotar de más capacidad a la infraestructura. El Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) recoge 23 millones de euros para los próximos cinco años.
En estos momentos, y con el ciclo turístico a favor, el reto del aeropuerto y las autoridades turísticas se sitúa en mejorar la conectividad. «Estamos muy bien conectados con grandes hub como Madrid, París, Frankfurt y Estambul. La suma de todos ellos hace que nuestra conectividad con todo el mundo sea francamente buena», señala.
Además, se están incorporando destinos no tradicionales como Argelia, Marruecos, Ucrania o Moldavia, «pero también es importante destacar que se aumentan rutas y frecuencias con destinos más tradicionales como Reino Unido o Francia. Lo que está claro es que el incremento de los destinos es una prueba evidente de que el destino València está teniendo éxito, y eso es bueno para todos».
