El informe de «business angels» de la asociación nacional Aeban revela que solo un nueve por ciento de los inversores es mujer. La proporción de mujeres inversoras en España se mantiene significativamente por debajo de la que se observa en mercados más avanzado como Estados Unidos o el Reino Unidos. Tomás Guillén, presidente de la asociación de inversores Big Ban angels, explicó que a pesar de todo «la tendencia está cambiando y cada vez se integran más mujeres».

La valoración final media a la que se cierra un acuerdo de inversión entre una startup y un «business angel» en España es de 1,2 millones de euros. Pese a que se trata de los aspectos más opacos en este tipo de inversiones, del estudio se desprende que la valoración media de una startup es de 1,2 millones de euros frente a los 4,35 millones de valoración media de una empresa emergente estadounidense. Además, hay una diferencia significativa en la valoración ya que la mínima en España se sitúa en 3.000 euros mientras que en Estados Unidos es de 208.000 euros. La valoración máxima es similar en ambos casos, superior a veinte millones de euros.

Tomás Guillén precisó que el perfil de los inversores está cambiando con personas que tienen claro que deben diversificar su cartera de inversiones. «Empieza a considerarse una alternativa a los mercados, aunque hay que tener claro que implica riesgo. Es esencial diversificar y tener una cartera de entre cinco y siete participadas. Es lo mínimo para reducir el riesgo porque el índice de mortalidad es muy alto», señaló.

La experiencia acumulada de los inversores muestra que todavía es un mercado en desarrollo y relativamente creciente. De hecho, un 8 % de los inversores se inició en 2016. Asimismo, la mitad tiene una experiencia de entre 1 y 5 años y solo un 15 % se dedica a esta actividad desde hace más de quince años. El sesenta por ciento de los «business angels» son directivos.