El Grupo Codorníu Raventós anunció ayer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 100 de sus 900 empleados debido a que ha decidido dejar de producir para terceros, lo que supone el cierre de líneas de producción.

Un portavoz de la compañía explicó que ahora se abre un mes de negociaciones con los representantes de los trabajadores y que está planteando la reestructuración «de forma socialmente responsable». La bodega ofrece un plan de prejubilaciones y programas de acompañamiento a todos los afectados, señalaron en un comunicado.