Las tensiones internas en CC OO-PV han acabado en guerra abierta y sin posibilidades de alcanzar un acuerdo de integración en la nueva ejecutiva, aprobada ayer, tras el pasado congreso confederal del sindicato celebrado durante los pasados días 4 y 5 de abril. El flamante secretario general, Arturo León, ha impuesto una dirección con diez nombres -seis mujeres y cuatro hombres- de su equipo y ninguno del sector crítico que lidera Jaume Mayor y obtuvo el 45 % de los sufragios en el pasado cónclave.

La salida de Paco Molina, el que fuera secretario general del mayor sindicato de la Comunitat Valenciana durante los últimos ocho años, no ha servido finalmente para que las dos facciones de la central sindical acabaran integrándose. Y eso que fue el principal motivo de su retirada al mostrarse incapaz de consensuar una lista única para el citado congreso.

Tras las votaciones, las tensiones entre las dos facciones han ido creciendo en las últimas semanas hasta que ayer, Arturo León comunicó a Jaume Mayor que confeccionaría una lista con diez nombres de su equipo, según explicaron fuentes de los críticos. No han faltado las críticas en conversaciones privadas de representantes de ambas facciones. En estos momentos, León tiene el 55 % de los delegados y Mayor el 45 %. Ambos tienen visiones bien distintas de cómo debe ser y organizarse CC OO-PV.

Nuevos dirigentes

Arturo León ha nombrado para su equipo de trabajo a Ester Calderón, en la la secretaría de comunicación; Daniel Patiño, secretaría de acción sindical; Ana María García, responsable de formación y Empleo; Rafael Córdoba, responsable de organización y recursos humanos; Mila Cano (salud laboral y medio ambiente), Joan Calatayud (secretaría de Administración y Finanzas), Inma Martínez (formación sindical y fundaciones), Cloti Iborra (secretaría de igualdad e institucional) y Ana Belén Montero (secretaría de política social y juventud).

Durante estas últimas tres semanas no ha habido diálogo entre los dos sectores enfrentados de Comisiones y, a diferencia de lo ocurrido en anteriores procesos, se tardado casi un mes en configurar la nueva dirección del sindicato.

En ese tiempo el diálogo «ha brillado por su ausencia», según algunas fuentes de la central con sede en la plaza Nápoles y Sicilia. Durante le reunión de la nueva comisión ejecutiva, de la que forman parte 26 miembros, los nombres propuestos por León para ocupar cargos recibieron 15 votos a favor y 11, en contra (que son los nombres que pertenecen a la candidatura alternativa a la de León del último congreso y que lideraba el ya exsecretario de acción sindical Jaume Mayor). La nueva era de Comisiones arranca también sin la presencia de veteranos dirigentes como Ventura Montalbán o Consuelo Jarabo.

Tras concluir el congreso, Arturo León aseguró que trabajaría para recomponer la unidad en Comisiones Obreras. Aseguró entonces que el sindicato «no se ha fracturado ni se ha roto la unidad interna» tras un proceso que presentó dos listas abiertamente enfrentadas.