La batalla en el seno del Consell por la privatización de Feria València no ha acabado, ni mucho menos, en contra de lo que dijeron el miércoles tras la reunión del patronato el alcalde Joan Ribó, el director del IVF, Manuel Illueca, y el presidente del recinto, José Vicente González. Los tres aseguraron que finalmente se imponía el criterio defendido por la Conselleria de Hacienda desde el principio, según el cual la feria tenía que ser privatizada para sacarla del perimetro financero de la Generalitat. El objetivo de ello es evitar que en futuro las posibles pérdidas acaben revirtiendo en la Generalitat.

Esa fórmula implica que la Generalitat se quedaría solo el 40% del capital. El resto, privado. Por contra, Economia defendía que la empresa tiene que ser 100% pública y quedarse con aquellos certámentes como Cevisama, que son rentables, y llegar a acuerdos con empresas del sector para o bien crear sociedades mixtas para negocios concretos u otras fórmulas similares que supongan el mantenimiento de la titularidad pública de la empresa.

Pues bien, esa discrepancia entre los socios del Consell (el PSPV gestiona Hacienda y Economía depende de Compromís), lejos de estar cerrada, sigue muy abierta. De hecho, esta próxima semana dirigentes de las dos consellerias mantendrán una reunión para tratar de acercar posturas. Para el cierre de la operación de la feria es necesario que los dos departamentos, el ayuntamiento y la institución ferial firmen un memorándum de entendimiento que permita por una parte a la Generalitat hacerse cargo de toda la deuda y el ayuntamiento renuncie a participar en el accionaridado de la nueva sociedad.

Ese memorándum podría estar lejos aún de ser rubricado. Por otro lado, dentro de Economia exhibían su perplejidad por el papel del alcalde Ribó, correligionario de Compromís, pero más cercano a las posiciones de Hacienda.