El comité ejecutivo de la patronal autonómica Cierval, en proceso de extinción, nombró el pasado martes a tres dirigentes empresariales para integrar una comisión que se encargará de liquidar la organización. Se trata del presidente de la misma y de Feria Valencia, José Vicente González, del máximo dirigente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), Cristóbal Aguado, y del líder de la patronal valenciana del metal, Vicente Lafuente. En suma, tres empresarios de Valencia dirigirán los trabajos para poner punto y final a una organización tocada de muerte por la mala gestión y las deudas de las confederaciones provinciales de Castelló y Alicante.
Los miembros de la denominada comisión de liquidación tienen por delante dos misiones fundamentales. Por un lado, resolver la situación laboral de los trece trabajadores con que contaba Cierval en el momento en que el juez declaró en extinción a la patronal autonómica el pasado 20 de abril. Al no nombrar administrador concursal, son los empresarios los que deberán realizar la labor que habría desempeñado este último. Las fuentes consultadas explicaron que, a excepción de uno o dos empleados, que permanecerán todavía aproximadamente un mes para cerrar los trámites y encargarse del embalaje de los bienes contenidos en el edificio, los demás se irán en breve a casa mientras se negocia el expediente de extinción de empleo.
El otro gran cometido será la venta de los bienes mobiliarios, con los que se pretende saldar las deudas por suministros de agua y luz, entre otros, así como contribuir al abono de lo que se adeuda a la plantilla, al corriente de cobro si se exceptúa la nómina del mes de abril.
Una de las grandes incógnitas es quién comprará los muebles, ordenadores y material de oficina. El edificio que acoge la sede de Cierval es de Patrimonio del Estado cedido a la patronal española CEOE, que a su vez lo transmitió a la hasta ahora provincial de Valencia. Esta última, la CEV, ya convertida en nueva patronal autonómica, lo cedió a Cierval temporalmente y ahora recuperará su uso y disfrute. Parecería lógico que fuera ella la que comprara los bienes de su antecesora dado que recupera el inmueble. No obstante, fuentes de la organización aseguraron que no piensa pujar por esos artículos. El motivo podría ser que el edificio se destinará a sede de asociaciones y se entiende que será cada una de estas la que ponga su mobiliario.
