El Grupo Romeu tiene decidido volver a ocupar parte del histórico inmueble de los Docks ubicado en la marina real Juan Carlos I ante la «pasividad» del Ayuntamiento de València y del Consorcio Valencia 2007 para rescatar esta antigua concesión portuaria, tal como anunciaron hace años para buscar otros usos terciarios. Así lo aseguró ayer en declaraciones a Levante-EMV el consejero delegado de su filial de servicios transitarios y agente de aduanas TIBA, Javier Romeu, quien aseguró que la compañía prevé ocupar unos 2.000 metros cuadrados para alojar a un centenar de empleados de este grupo empresarial.

Según el dirigente del Grupo Romeu, que ayer organizó un acto de celebración del centenario de Docks Logistic Spain al que asistió la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, Maria José Salvador, «la compañía paga elevados alquileres para alojar a parte de su plantilla cuando tiene disponible este espacio», de titularidad municipal y cuya concesión termina en 2022.

El principal ejecutivo de TIBA lamenta la «lentitud» de las administraciones públicas para resolver a corto plazo el futuro de este inmueble de unos 5.000 metros cuadrados cedido a la familia Romeu. La mercantil ya tiene preparado un proyecto para adecuar este espacio ubicado en la dársena interior del recinto del Grao.

«Tenemos derecho -putualiza- a explotar un edificio que nos pertenece. Ocupar otros espacios para usos administrativos eleva nuestros costes de explotación al estar pagando alquileres para poder desempeñar la prestación de divrsos servicios». Grupo Romeu está formado por diversas compañías de transporte internacional y logística cuya facturación supera los 450 millones de euros y emplea a 1.600 trabajadores en 23 países. Tanto TIBA como Docks pertenecen al Grupo Romeu.

El plan de usos de la citada marina real, revisada por el Consorcio Valencia 2007, asignaba a los Docks un uso terciario, preferentemente hotelero y permitiría ganar edificabilidad al añadir tres plantas de altura. De hecho, el grupo singapurense ARC presentó en 2016 un proyecto para la construcción de hotel de lujo con casino. El alcalde Joan Ribó tumbó esta iniciativa y ofreció el inmueble para albergar el CaixaForum, aunque la entidad ya tenía decidido instalarse en l´Àgora de la Ciutat de les Arts i les Ciències.