Los estibadores de los puertos españoles esperan poner fin al conflicto laboral durante la próxima semana. Así lo aseguraron ayer los dirigentes de Coordinadora de Trabajadores del Mar, el sindicato mayoritario del sector, tras concluir su asamblea de dirigentes celebrada en Madrid. La reforma incluida en el decreto-ley mantiene que los estibadores -y no otros trabajadores contratados por las terminales- sigan realizando en exclusiva la manipulación de los vehículos nuevos en los puertos. Además, las empresas se comprometen a garantizar el empleo de los 6.150 estibadores que trabajan en los puertos de interés general.

Los acuerdos con la patronal Anesco -que no se rompe y ayer aceptó seguir negociando- para lograr un convenio colectivo estatal y el desarrollo del reglamento del decreto-ley, donde se incluirán las ayudas del Gobierno central a los estibadores, han sido claves para conseguir un preacuerdo. El futuro pacto podría servir para desconvocar los paros anunciados todavía para los días 5, 7 y 9 de junio en horas alternas tras la anulación de las huelgas previstas durante esta semana y la próxima.

Costes para el automóvil

Tanto el puerto de València (incluido el de Sagunt) como el de Barcelona sufrirán la falta de liberalización porque la reforma deja fuera del proceso liberalizador al estratégico sector del automóvil, uno de los que más tráfico e ingresos genera a los citados recintos portuarios. El de la capital catalana está especializado en la automoción desde hace tiempo. El año pasado pasaron hasta 917.000 vehículos, un 4 % más que en 2015. Mientras, los puertos de Valencia y Sagunt han canalizado un total de 774.708 vehículos durante, un 12,37% más que el ejercicio precedente. Estas cifras consolidan a Valenciaport como una de las principales plataformas logísticas del país para el sector automovilístico. Así las cosas, la Plataforma de Inversores en Puertos Españoles (PIPE) denunció ayer que la exclusividad de los estibadores en las tareas de carga y descarga de vehículos nuevos desde los muelles a los buques «repercute en un sobrecoste innecesario en la transporte de los mismos».

Al término de la asamblea de Anesco, que preside el exmandatario del puerto de Barcelona Joaquin Coello, la organización empresarial tan solo se avino a decir que ha valorado «la necesidad de mantener espacios de diálogo abiertos» con los representantes de los trabajadores.

El preacuerdo, según informa Efe, ha sorprendido incluso al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, quien ha reconocido que «no esperaba tanta rapidez» y lo ha atribuido a las «reglas de juego e instrumentos equilibrados» contenidos en el real decreto-ley.