Los ingenieros valencianos suspenden con rotundidad la política industrial de la Conselleria de Economía. El 94,6 % del colectivo cree que la línea estratégica que desarrolla el Consell es «regular o mala» y critica la burocratización de la legislación medioambiental. Los profesionales rechazan los vaivenes del Consell en las políticas energéticas a pesar del Plan de Energías Renovables basado en el autoconsumo. Además, lamentan la «inseguridad jurídica» en materia medioambiental que ha puesto en peligro inversiones multimillonarias y generadoras de empleo como Puerto Mediterráneo. El colectivo ha expresado su rechazo a las políticas de la Conselleria que dirige Rafa Climent en el estudio «IV Observatorio Industrial de la Comunitat Valenciana», en el que han participado 413 ingenieros colegiados y las empresas Aguas de Valencia, Unisa, Profiltec, Velarte, Royo, Vondom y Zumex.

Encuesta

Los encuestados coinciden en que debe mejorar la política industrial del Consell, así como la estrategia energética y la legislación medioambiental, que califican como buena pero excesivamente burocratizada y con escasas ayudas para su cumplimiento. El decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la C. Valenciana (COIICV), Miguel Muñoz Veiga, insistió ayer en la necesidad de redefinir la estrategia de política industrial como solución para impulsar la competitividad de las empresas valencianas y dar respuesta al bajo nivel de valor añadido e innovación de los productos.

Los ingenieros creen que debe haber un mayor acercamiento y apoyo de la Administración a las demandas de las empresas valencianas. Los profesionales están esperanzados con el papel que desarrollará al respecto la Agencia Valenciana de la Innovación.

Los más de cuatrocientos ingenieros industriales que han participado en el estudio suspenden (con un 78 %) las políticas de gasto en I+D+i de la Administración, que califican como malas o muy malas. Esta percepción se acentúa en sectores como el financiero, la docencia, el transporte y la logística. El estudio incide en que la valoración de la red de institutos tecnológicos (Redit) por parte de las empresas valencianas «es cada vez más positiva pues a pesar de su escasa colaboración creen necesaria su existencia».

El documento señala que unos 210 ingenieros (el 52%) califica de «regulares» las políticas industriales puestas en marcha por la Generalitat Valenciana, mientras que 117 profesionales, el 29%, creen que son «malas»; un 14%, 58, «muy malas» y el 5% que piensa que son «buenas».

Una de las grandes apuestas del Consell de Ximo Puig es el impulso de las energías renovables. Sin embargo, los profesionales creen que Economía está fracasando estrepitosamente como revela el hecho de que el plan eólico sigue bloqueado dos años después del Pacto del Botánico y las inversiones se están yendo a comunidades como Aragón o Castilla la Mancha. Por esta indefinición, los ingenieros no comparten la política energética en materia de renovables. El 46 % cree que es muy mala, el 46 % mala, el 14 % moderadamente buena y el 3 % buena.

Los encuestados valoran positivamente los incentivos al autoconsumo con una línea de ayudas de 2,4 millones de euros, pero el 90 % critica «los excesivos trámites burocráticos para su cumplimiento». La desconfianza está cimentada en «la inseguridad jurídica y en los cambios en la legislación» que ha provocado el descrédito de las renovables.

En cuanto a financiación, solo un 27% de las empresas acude a organismos como el Ivace, IVEX e ICEX para apoyar sus procesos de internacionalización y el 68% considera que las ayudas no son útiles.