El que fuera director general de la CAM entre 2001 y 2011, Roberto López Abad, respondió ayer que la entidad «no era lo peor de lo peor» como insinuó el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez aunque aseguró que la auditora KPMG abultó las cuentas de 2010 y 2011 y las admitió «sin salvedad». El exdirectivo defendió la solvencia de la entidad alicantina en el marco de la causa que sigue la Audiencia Nacional contra él y otros siete altos cargos por falsear presuntamente las cuentas. «Nunca se modificaron, para nada», precisó a preguntas de su abogado Javier Boix y tildó de «ridículo» que se le acuse de dar instrucciones para variar los estados financieros ya que bajo su dirección, precisó, se redujeron las retribuciones.

López Abad dijo que la auditora KPMG,que llevaba trabajando con la caja 19 años, «auditó las cuentas» y las admitió «sin salvedad». «Ellos tenían acceso a todo, entraban en mi despacho las veces que querían y cuando firmaban un informe era la mejor garantía de que la caja estaba bien», respondió a preguntas del Ministerio Público que pide para él siete años y medio de cárcel por delitos de falsedad de cuentas, estafa y apropiación indebida.

Sobre el correo interno que envió a los también acusados Dolores Amorós (dirección adjunta) y a Francisco José Martínez García (Inversiones y Riesgos) en el que se instaba a «sacar 300.000 millones de euros» de cara al cierre de resultados de 2010, el exbanquero aseguró que es una comunicación sacada de contexto y que el objetivo era cubrir con fondos genéricos las pérdidas que sufrió la CAM con la aplicación de la circular 3/2010 del Banco de España (que exigía inmovilizar grandes cantidades como garantía ante el riesgo de los créditos).

Al igual que el expresidente Modesto Crespo, el exdirector general mostró su sorpresa de que se deshiciera el SIP con CajaAstur, Caja Extremadura y Caja Cantabria previo a la creación del Banco Base ya que pensaba que una vez se constituyera esta unión todo «iría solo». No obstante rechazó que se manipularan las cuentas de la caja de cara a la integración y negó que se fuera «ambiguo» con los resultados, como apuntó el también acusado Vicente Soriano en otro mail.