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Una firma usa la paja del arroz de l´Albufera para hacer bancos de plástico

CM Plastik sustituye la fibra de vidrio por vegetal para endurecer sus productos de mobiliario urbano que ya están en una decena de municipios

Una firma usa la paja del arroz de l´Albufera para hacer bancos de plástico

La paja del arroz, que provoca enormes humaredas en l´Albufera cuando es quemada, ya tiene un uso industrial que evita la contaminación. La empresa de Carlet CM Plastik está utilizando ese material agrario de desecho para endurecer el plástico con que fabrica, entre otros, diversos productos de mobiliario urbano como bancos, papeleras o pasarelas de playa. La compañía está especializada en la fabricación de productos con plásticos reciclados, según explicó a este diario el responsable de su departamento de medio ambiente, Agustín Pons: «No utilizamos plástico virgen, el que proviene del petróleo, solo el de postproducción, que son mermas o rebabas del virgen no empleadas y, fundamentalmente, el desechado postconsumo, que es el que suele acabar en el vertedero y en el mar».

La industria de este sector utiliza la fibra de vidrio para endurecer el plástico, pero en CM Plastik la sustituyen por fibra vegetal proveniente de la paja de arroz, como ha quedado dicho, pero también de los restos de poda, por ejemplo palmeras afectadas por el picudo rojo. Según Pons, esta técnica de fabricación tiene tres grandes ventajas: eliminar plásticos de los vertederos, suprimir el problema de la quema de restos agrarios y disminuir la huella de carbono y, por tanto, contaminar menos. La compañía, pese a llevar poco más de un año en el mercado, ya ha conseguido que sus productos se vean por las calles de varias ciudades valencianas. Es el caso, por ejemplo, de los imbornales (pocetas que recogen agua) de la capital autonómica o los bolardos. Su mobiliario urbano, como bancos o papeleras, adorna una decena de municipios, según Pons, quien añade que el Ayuntamiento de València ya ha hecho todas las pruebas y va a pedir a la AgènciaValenciana de Turisme que compre las pasarelas para playas de la compañía que Cullera ya ha instalado.

La empresa tiene unos orígenes un tanto particulares. Se podría decir que es una especie de spin off de Weidner Ibérica, una multinacional alemana con planta en Carlet dedicada a hacer piezas con materiales reciclados para la industria de la automoción. Hasta su jubilación hace cuatro años, su gerente fue Juan Martínez. Este último desarrolló durante su etapa en la multinacional una serie de productos para los que «el mercado no se mostró receptivo». Hace poco más de un año, su hijo Carlos, también procedente de Weidner, como otros miembros de su familia, montó CM Plastik, para lo que aprovechó parte de los proyectos no consumados por su progenitor en la citada multinacional.

18 empleados

La empresa, también ubicada en Carlet, da empleo a once personas, que se encargan de todo el proceso de producción, y a otros siete que se dedican a la comercialización, la ingeniería y el diseño. CM Plastik, según su responsable de medio ambiente, ha presentado en Feria Valencia, en el certamen Made From Plastic, algunos de los desarrollos ideados por Juan Martínez. Uno de ellos deriva de un encargo realizado cuanto este estaba en Weidner por García Carrión para uno de sus bodegas. Se trataba de 10.000 durmientes para apilar barricas cuyas estructuras son metálicas reforzadas con plástico sobreinyectado.

Según Pons, varias bodegas se han interesado ahora por esas estructuras, mucho más idóneas que las de hierro, que se oxidan con el sudor de la barricas, o las de madera, que son más inestables. La compañía también ha mantenido reuniones con la multinacional Ferrovial, interesada en sus productos.

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