El incremento de las importaciones chinas a Estados Unidos permitió que los ciudadanos del gigante americano elevaran en un 7,5 % su capacidad de compra entre 2001 y 2007 gracias al abaratamiento de muchos productos, según el profesor asociado al Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), Francisco Alcalá, quien precisó que ese beneficio es equiparable a que los sueldos de los estadounidenses hubieran aumentado en la misma proporción.

El investigador quiso de esta forma ilustrar las grandes ventajas que comporta el libre comercio y los perjuicios del proteccionismo que está detrás del Brexit o de Trump. La liberalización de los intercambios entre países da lugar a «perdedores», por ejemplo si una industria se traslada a otra zona, pero, en su opinión, lo que hay que hacer es «establecer mecanismos compensatorios distribuyendo hacia esas personas los grandes beneficios que genera el libre comercio» y «no aprovechar esa bolsa de descontentos» para ganar votos, como ha hecho el presidente de Estados Unidos.

Alcalá participó ayer en una reunión del Center of Economic Policy Research (CEPR), una red integrada por mil economistas para promover la investigación de calidad en Europa. Uno de los diez programas en que está dividido es sobre comercio internacional y su reunión anual se ha celebrado este año en València, en colaboración con el IVIE.

Por su parte, el miembro del comité científico del CEPR, Diego Puga, aseguró que el comercio exterior y el gran impulso que han experimentado las exportaciones han convertido a España en la «gran protagonista de estos años de la salida de la crisis», gracias fundamentalmente a que muchas empresas han orientado su actuación hacia el extranjero. Se trata de una dinámica de la que participa en un lugar destacado la Comunitat Valenciana. Alcalá coincide con ese diagnóstico, pero considera que «necesitamos un nuevo impulso» y profundizar en la apuesta por el diseño, la investigación y la innovación que ya se han convertido en bandera de muchas mercantiles.

Puga, por otro lado, destacó que, en el comercio internacional actual, pese al abaratamiento de los costes de transporte, «la geografía sigue teniendo mucha importancia», en el sentido de que «los países siguen comerciando sobre todo con sus vecinos». Vale esta reflexión como advertencia para el Reino Unido y su salida de la Unión Europea. «Que no piensen en su antiguo imperio para comerciar. La India no va a sustituir las ventas a Europa», dijo.