Facebook tiene la piel sensible y no es de dar explicaciones. Hace unos años, en 2011, un ciudadanos francés compartió en su perfil de la popular red social el cuadro «El origen del mundo», pintado en 1866 por el pintor realista Gustave Coubet. En la obra resalta, en riguroso primer plano, el sexo de una señora.

La imagen no superó el filtro moral de la red social (el cuadro, en honor a la verdad, fue tabú durante décadas en Francia) y Facebook canceló de golpe la página del usuario que la había compartido. Ante la falta de respuesta de la tecnológica, el ciudadano acudió a la justicia francesa, que se declaró competente en 2015 para juzgar a Facebook, a la que reclamaba una indemnización por daños y perjuicios.

Es uno de los pocos casos que han trascendido en el que un juez de un país europeo obvia la clausula que imponen estas tecnológicas para que cualquier conflicto se dirima en su juridiscción: en el caso de Facebook, en el Tribunal del Distrito Norte de California o en el estatal del condado de San Mateo, California.

El pasado 10 de mayo, otro juez de Moncada (València) rechazó la cláusula de sumisión a la jurisdicción de los tribunales extranjeros que impone Facebook a los usuarios y empresas que aceptan sus condiciones. Fue la respuesta de la magistrada valenciana a la demanda de la empresa Món Orxata, que reclama una indemnización de 6.000 euros después de que hace algo más de un año, y sin previo aviso, Facebook cancelara su página, una vía fundamental de su canal digital de ventas. Hubo daño de imagen y las ventas on line se hundieron, argumentan desde la firma de Alboraia.

El posicionamiento de la justicia valenciana ha abierto una brecha por la que quieren colarse otros afectados. El cierre que sufrió Món Orxata no es ni de lejos un caso único. «Estamos desbordados. En tan solo tres o cuatro días vemos que la caja de pandora se está abriendo. Nos están contactando particulares, blogueros y pequeñas empresas que nos preguntan cómo sentar ante el juez a los gigantes tecnológicos de Estados Unidos. No solo sobre Facebook, también nos han llamado empresas con conflictos con plataformas como Tripadvisor, que remite a sus servicios legales en Massachusetts. Un grupo de hosteleros, incluso restaurantes con estrella michelín, quieren saber qué pasos hemos dado para llevarlos a la justicia europea en detrimento de la de Estados Unidos», señala.

Según señala el auto del tribunal que rechaza el recurso declinatorio de Facebook Spain, esa cláusula de sumisión a tribunales extranjeros «tiene un carácter rigurosamente excepcional». La obligación de acudir a la justicia norteamericana, a decir de la jueza, «dificulta o limita de forma significativa el derechos a la tutela judicial efectiva». Y advierte del «coste desproporcionado» que supondría para el afectado entrar en el sistema judicial americano para una demanda de 6.000 euros.

«Lo que subyace en este caso es una cuestión de barrera de entrada a la justicia y también otro conflicto de sumisión a las leyes de otro país: hay dos batallas en una», señala el abogado de la firma Món Orxata.

En su opinión, el estado de derecho «tiene que empoderarse cuando se trata de estas plataformas de uso tan masivo». Según el letrado, se trataría del primer caso civil en que un juez rechaza en España esta tipo de cláusulas. En juzgados de lo mercantil, sobre cuestiones de transporte, sí que se han anulado. «La supresión de este tipo de cláusulas puede ser un efecto secundario de este caso si más personas demandan. Las tecnológicas podrían eliminarla», concluye.

Sonia Ortega, especialista en Derecho Mercantil en Pedrós Abogados, añade otra clave jurídica: «Se une un ingrediente más a este caso: California no es un estado miembro de la Unión Europea». Dentro de la UE una sentencia de un país se puede ejecutar en los demás sin problema. Sin embargo, con la justicia americana se dan casos como algunas sentencias sobre gestación subrogada, con sentencias a las que no se reconoce fuerza vinculante. Sería otra forma de vulneración de la tutela judicial efectiva.