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El impacto en la autonomía

El Santander supera las 510 oficinas en la Comunitat Valenciana tras comprar el Popular

El Popular tiene 750 empleados en 122 oficinas y los sindicatos temen despidos por el solapamiento de redes

El Santander supera las 510 oficinas en la Comunitat Valenciana tras comprar el Popular

Los trabajadores del Popular en la C. Valenciana se encontraban ayer en shock tras conocer que la entidad ha pasado a depender del Santander, explicó la responsable de sector financiero de UGT, Marta Benito. Las centrales aún no disponían de datos precisos de lo que se les puede venir encima si, como es previsible, la operación comporta despidos y cierre de oficinas para suprimir las duplicidades.

Benito aseguró que tanto el Santander, el año pasado, como el Popular, recientemente, vienen de la aplicación de expedientes de empleo que, también en la C. Valenciana, han dejado las plantillas «muy ajustadas, hasta el punto de que hay necesidades de personal en muchas oficinas».

En las últimas semanas todos esos trabajadores han padecido la enorme presión de tener que atender a clientes que acudían a las sucursales preocupados por sus ahorros. Ahora tendrán que atender a los grandes damnificados de la operación: accionistas y bonistas. Benito advirtió que no van a tolerar que «se produzcan despidos para, con el dinero que se ahorren, pagar indemnizaciones millonarias» a la cúpula directiva del banco.

La operación tiene como resultado una red de 512 oficinas en la C. Valenciana, con una cuota de mercado del 15%. A las 390 oficinas del Santander se unen las 122 del Popular. Y a los 1.550 aproximadamente del banco de Ana Patricia Botín, los 750 empleados del Popular: unos 2.300 en total. Dos redes potentes de banca comercial y con con negocios que convergen, en definitiva, lo que puede provocar cierres en ciudades medianas y pequeñas.

Como en UGT, también están preocupados en CC OO. José Miguel Mandingorra entiende que el solapamiento y por tanto los cierres serán inevitables en esta autonomía, donde las dos redes coinciden. Otra cosa es que el Popular se mantenga como filial, como ocurrió un tiempo con el Banesto, y convivan las marcas. «Si en un tiempo se integran las marcas, tendrán que cerrar oficinas», lamenta. En cuanto a despidos, CC OO recuerda que Santander ha estado siguiendo una política de prejubilaciones.

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