La guerra de la apertura del comercio en festivos vuelve a su trinchera más encarnizada. El Observatori del Comerç de la C. Valenciana, presidido por el conseller de Economía, Rafa Climent, aprobó ayer que los consejos locales de València y Alicante sean los que decidan qué calendario de libertad horaria tendrán estas dos ciudades, las que han vivido los mayores choques entre operadores comerciales y entre estos con la administración.

Resulta difícil saber si este nuevo giro acerca o aleja el acuerdo. Lo que es seguro es que lo dilata, y que en València el concejal Carlos Galiana recupera el control de la negociación. Se pretende que ese acuerdo que se alcance en València y Alicante vaya en línea con el marco autonómico. Y eso complica el escenario. En virtud del pacto que se alcance en la capital, la Conselleria de Economía estará dispuesta a conceder más o menos aperturas en el resto de municipios. Los negociadores de las dos mesas estarán mirándose de reojo.

El ayuntamiento ya fue capaz hace un año de cocinar un acuerdo entre todo el comercio para reducir la liberalización total que vive València y que permite abrir 64 domingos y festivos al año.

Pero también es cierto que hoy, después de que un operador del gran comercio reventara aquel acuerdo que reducía de toda la ciudad a solo dos zonas la libertad horaria (centro y Ciudad de las Artes), el equipo de gobierno municipal de Compromís está menos dispuesto a ceder.

Mientras tanto, el Observatori del Comerç que agrupa a administraciones, empresarios del comercio (desde grandes superficies a pequeño comercio), centros comerciales, sindicatos y consumidores, seguirá buscando un acuerdo autonómico, con diferentes velocidades. Existe un acuerdo generalizado en que los festivos deben concentrarse en los periodos de Semana Santa, verano y Navidad. La guerra está en definir cómo se acotan esos periodos.

Las patronales exhibieron ayer sus cartas. Se vio de todo: desde la minimalista de Unió Gremial, que solo quiere que se abra un máximo de doce festivos al año en toda la autonomía, a la de máximos de las grandes almacenes (Anged).

Su alternativa propone un régimen general que incluye 18 días concentrados en Navidad y Semana Santa. Es su propuesta para municipios como los del área metropolitana de València. Y para las ciudades que tienen zona de gran afluencia turística todo el año, como Torrevieja, Orihuela o Finestrat, unos 40 festivos concentrados en dos periodos: por un lado, de Domingo de Ramos al 30 de septiembre, una macroestación que abarca de Semana Santa al fin del verano. Y luego, la Navidad, en un sentido amplio, del penúltimo fin de semana de noviembre al domingo después de Reyes. Para Valencia y Alicante, un régimen especial, más aperturista aún.

Y es ahí donde está el problema. Las posiciones están muy lejanas. Según ha sabido este diario, la Concejalía de Comercio de Carlos Galiana no está dispuesta a conceder mucho más de veinte días festivos de apertura concentrados en los periodos citados. Galiana parece menos flexible incluso que el director general, Natxo Costa, dispuesto a conceder hasta 30 aperturas para las grandes ciudades que hoy gozan de libertad horaria.

Y mientras tanto, la Conselleria mantiene la tramitación de su propuesta a la espera de un acuerdo. De no lograrse, impondrá su propio criterio, con una horquilla de aperturas que va de 14 a 30 días dependiendo del del municipio.