La competitividad de la economía valenciana se hunde cada vez más. No es la única. De hecho, todas las autonomías españolas han registrado entre 2013 y 2016 un descenso en esta magnitud que mide la fortaleza de la producción de bienes y servicios de una zona y su capacidad para hacer frente a la de otras. Las elevadas tasas de paro, una baja especialización productiva en actividades basadas en la tecnología y el conocimiento, la deuda regional acumulada y la desconfianza en las instituciones públicas son los factores que «retrasan la posición de las autonomías españolas en el ranking europeo», según un informe elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).

Hace cuatro años, la Comunitat Valenciana ya se encontraba en la zona media baja del escalafón europeo de competitividad económica por regiones. Entonces ocupaba la plaza número 171. Al cierre de 2016, siendo la media europea 100, la autonomía había bajado en el índice a 71,6 puntos porcentuales, 9,7 menos que tres años antes. En consecuencia, había descendido a la posición 184 de un total de 263 regiones europeas. La pérdida de competitividad ha sido generalizada en ese período en España, de tal forma que solo Madrid, gracias a la relevancia de su sistema de I+D+i, figura entre las cien principales regiones de la UE, aunque en el puesto 83. La segunda, el País Vasco, ya aparece en la plaza 119.

Entre las variables que inciden en la competitividad, en un primer bloque, referido a los motores básicos, la Comunitat Valenciana se encuentra en una posición intermedia respecto a la media europea, con un descenso de medio punto. El informe destaca en este caso la «buena valoración» en términos de salud, dado que todas las autonomías están por encima de la media, mientras que los déficits públicos y los elevados niveles de deuda «dificultan la salida a los mercados financieros de las regiones e influyen negativamente en su competitividad».

El estudio destaca que las diferencias regionales «se acentúan cuando se analiza la eficiencia del mercado laboral». Aunque han empeorado porcentualmente su posición, solo Madrid, País Vasco y Navarra se encuentran por encima de la media. En el polo opuesto aparecen Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía, que están ubicadas entre las 25 regiones europeas peor posicionadas. La Comunitat Valenciana se encuentra en la zona media baja del escalafón nacional, después de haber experimentado un descenso de 7,6 puntos entre 2013 y 2016.