La Conselleria de Economía ya ha jugado sus cartas para tratar de evitar la sanción de la Comisión Europea, que está investigando la normativa valenciana que regula la atención en las gasolineras. Como adelantó este diario, Bruselas entiende que la norma valenciana que obliga a que haya una «persona responsable» en las estaciones de servicio en horario diurno puede vulnerar la libre competencia. Así lo denunciaron las gasolineras automatizadas o de bajo coste, que están tecnológicamente adaptadas para funcionar sin personal. Y Bruselas decidió investigar.
La investigación, formalmente al Reino de España pero dirigida a varias autonomías, daba de plazo hasta hace unos días de plazo para presentar alegaciones. Y la Generalitat intenta convencer a la CE de la «proporcionalidad» de su norma. Básicamente, lo que defiende la Dirección General de Consumo es que esa referencia a la «atención» no significa que se obligue a la «presencia de un número mínimo de empleados, sino solamente la obligación de atender, por el medio de que la empresa estime oportuno, a las personas con diversidad funcional cuando no puedan acceder al suministro en régimen de autoservicio».
Es decir, que se da libertad al empresario de la gasolinera puede atender sin tener allí a nadie presente físicamente. Con este argumento, la conselleria trata de salvar la norma que en estos mismos momentos está desarrollando y que incorpora una cláusula que regula la «teleasistencia».
Se ha bautizado así el sistema por el cual las estaciones de servicios sin personal estarían obligadas a fijar una especie de botón de llamada para que, en caso de necesitar ayuda, el usuario (discapacitado o no) pueda tener a algún encargado en menos de quince minutos.
El problema para la conselleria ha surgido en el momento en que se han solapado los dos procesos: la investigación de Bruselas y la elaboración de la nueva norma. En principio, la Dirección General de Comercio estaba resuelta a imponer la obligación de personal, fijando un horario diurno de 16 horas con atención personal obligatoria. Pero la entrada en escena de la Comisión, con un escrito que además deja bastante claro su posición liberalizadora, ha hecho recular a la conselleria.
Su intención con este escrito, al que ha tenido acceso este diario, es convencer a Bruselas de que «atención» no significa presencia física. De no prosperar las alegaciones, en el departamento de Climent entienden que tendrán que imponer la liberalización total del servicio, algo a lo que se oponen sindicatos, colectivos de discapacitados y las estaciones de servicio tradicionales. Estos agentes han montado una plataforma (Atendidas y seguras), que está reuniéndose con todos los partidos políticos, tanto en València como en el Congreso.
Por otro lado, la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas se felicitó hace unos días por la aprobación por parte del Gobierno de una nueva normativa que obliga a incorporar las mejoras técnicas disponibles para prevenir o reducir el impacto de la contaminación de los suelos por pérdida accidental de carburantes.
«Estas mejoras consisten en alertas tempranas y otros mecanismos. Estos sistemas no los poseen muchas estaciones de servicio tradicionales por su antigüedad», señalan desde estas gasolineras. La norma también introduce medidas adicionales que deben implantar las gasolineras desatendidas para mejorar su seguridad. «Consideramos que la norma supone un espaldarazo para el sector de gasolineras desatendidas, pese a las trabas de numerosas comunidades autónomas», señalan desde el sector.
