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Glovo no quiere ser Deliveroo

La compañía española ofrece «flexibilidad en las condiciones horarias» de todos sus repartidores

En los últimos meses Deliveroo, uno de los gigantes en la entrega de comida a domicilio a nivel internacional, ha vivido un periodo marcado por las huelgas de sus ´ríders´. Los repartidores de la compañía reclamaban un «salario justo» y una jornada laboral «de 20 horas mínimo», dos condiciones que no se cumplían y que otras plataformas del sector han conseguido solventar.

Este es el caso de Glovo, una app que te permite comprar, recibir y enviar al momento cualquier producto dentro de una misma ciudad. Como Deliveroo, trabaja con autónomos que reparten sus entregas en bici o en moto, aunque hasta ahí aceptan las comparaciones. Los ´glovers´ (nombre que reciben estos repartidores dentro de la empresa) cuentan con una flexibilidad de horario real, lo que les permite tener una total libertad a la hora de elegir las horas que quieren trabajar.

Para Sacha Michaud, uno de los cofundadores de la app, este punto es «fundamental», ya que «nosotros no restringimos ni ponemos límites, los glovers son los que deciden cuantas horas trabajar y en función de esto, el volumen de pedidos y otros factores, es como se establece cuánto cobran». Además de esta flexibilidad, Michaud recalca la importancia de la felicidad de estos autónomos en un sector que cada año va a tener más competencia. «Hay que darles suficientes pedidos por hora a los glovers y optimizar al máximo estas entregas para que estén contentos, sino se irán a otra plataforma».

Glovo, nació en Barcelona hace algo más de dos años y en la actualidad ya ha repartido más de un millón de pedidos. Creada por Sacha Michaud y su socio fundador Óscar Pierre, esta aplicación permite elegir entre una amplia gama de artículos y servicios, desde productos farmacéuticos hasta pedir a un glover que haga la compra por ti y te la lleve. «El concepto en general es muy útil y hemos conseguido que funcione muy bien, lo que hace que tanto los usuarios como los glovers y los comercios estén contentos con nosotros», resalta el cofundador de la empresa.

En este momento, Glovo se encuentra en seis ciudades españolas (Madrid, Barcelona, València, Zaragoza, Sevilla y Málaga), así como en dos ciudades de Italia (Milán y Roma) y una en Francia (París), en las que quiere «consolidarse, seguir añadiendo partners y continuar creciendo». Según muestran los datos, València es una de las ciudades en la que más crece la compañía con 200 socios y 150 autónomos actualmente y «una cobertura que abarca la capital, Mislata, Alboraia y las nuevas zonas en Burjassot, Paterna y Benimamet», expone Michaud.

Y es que el modelo de la compañía es bastante claro. Como el cofundador de la app destaca, «queremos buscar nuevas ciudades, seguir creciendo y para ello necesitamos ciudades con más de 400.000 habitantes». Una vez se asiente este modelo definitivamente en España, la intención del dirigente es «replicarlo en los otros países en los que estamos», aunque de momento cierra la puerta a extenderse más allá de Italia y Francia.

Asimismo, para seguir aumentando su visibilidad, la publicidad puede ser otro aspecto fundamental en la compañía. Actualmente, Glovo se promociona tanto en redes sociales, como a nivel local con los partners, aunque como Michaud enfatiza, lo más importante es «encontrar la mezcla correcta entre ambas».

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