24 de enero de 1977 tres pistoleros vinculados a los movimientos de extrema derecha asesinaron en un despacho laboralista de CCOO en la calle Atocha de Madrid a tres abogados, un estudiante de derecho y a un administrativo, dejando además a cuatro heridos. Los asesinos iban en busca de Joaquín Navarro, dirigente del Sindicato de Transportes de CCOO en Madrid y de la huelga del transporte de viajeros, que había concluido en aquellos días arrancando un importante triunfo a la patronal del sector. Navarro iba a explicar esa victoria sindical en una asamblea. Una invitación fortuita para tomar una cerveza le salvó de una muerte segura. Tras el tiroteo, el sindicalista sabía que era uno de los objetivos y sus compañeros lo escondieron y huyó al extranjero. No pudo ni acudir al entierro de sus compañeros.

Esta historia, pero también su lucha y trayectoria sindical en el sector del transporte tanto en Madrid como en Valencia, donde fue uno de los líderes de los trabajadores de la EMT, le ha servido para que el Gobierno le entregue la Medalla de Oro al Mérito al Trabajo.

El galardón se lo entregó ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Palacio de la Moncloa. Como alma indomable que ha sido toda su vida, el sindicalista reprendió al presidente por la situación de la clase trabajadora. «Hay malos trabajos y malos salarios. Ha llegado el momento de darle solución a todos los problemas que sufre el pueblo, nuestros trabajadores y trabajadoras», le espetó a Mariano Rajoy justo el día después de haber declarado como testigo en el juicio de una pieza del caso Gürtel.

El presidente del Gobierno encajó la crítica estoicamente y no realizó ningún comentario. Tras esta breve reflexión, Joaquín Navarro agradeció el premio a los asistentes y se volvió con este gran reconocimiento a la Comunitat Valenciana.

Entre los otros galardonados se encontraban deportistas como Pau Gasol o la nadadora paralímpica Teresa Perales; la periodista María Teresa Campos; el expresidente de Ibercaja Amado Franco; el empresario del sector de la alimentación Magín Alfredo Froiz, o la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que estuvo representada por su presidente Juan Rosell. Sin duda, el sindicalista fue quien dio un mensaje más crítico y combativo en el acto.