«No podemos vivir así: la Administración tiene que poner medios. He hablado con Aena, con la Dirección Territorial de Transporte, si hace falta con el conseller». Eduardo Castellano, uno de los empresarios con más peso en el sector del alquiler de coches con conductor, se ha cansado. Denuncia estar sufriendo desde hace tiempo episodios de intimidación y sabotaje por parte de taxistas en el aeropuerto de Manises. Los incidentes, según su testimonio, van desde ruedas pinchadas a algún piloto roto. «Te esperan escondidos a la entrada y salen y rodean el coche, con gente dentro, personas asustadas. O te bombardean con huevos», asegura. «Es intolerable. Es una vergüenza lo que está pasando», añade, al tiempo que señala que, «por supuesto, no son todos» los taxistas, pero hay «violentos».

Paradójicamente, esta empresa, que cuenta con medio centenar de licencias aproximadamente, y opera en València, Barcelona y algo en Teruel, no trabaja para la aplicación Cabify. No le resulta rentable, afirma. El grueso de su facturación proviene del trabajo para compañías aseguradoras, a las que presta el servicio de asistencia en carretera para sacar a los conductores con coche averiado.

«No somos una empresa de VTC normal y corriente sino una empresa de servicios que hacemos una labor social importante que es sacar a la gente de carretera y colaborar con la Guardia Civil», señala. Eso sí, sus vehículos realizan también servicios de transfer al aeropuerto, transportes, boda, atención continua a clientes...

El empresario critica también la pasividad de las autoridades. Castellano asegura haber hablado con Aena, con la Dirección de Transporte y no ha conseguido evitar los episodios. Incluso critica falta de ayuda de la Policía a alguno de sus chóferes.

«¿Para qué voy a poner denuncia? ¿A quién voy a denunciar? ¿Se van a reír de mí? ¿Me han roto el coche en el aeropuerto? No se puede ir al juzgado de guardia así. Lo único que queremos son controles en el aeropuerto a ver si se apacigua», concluye.