La circunvalación de Alicante y las otras ocho autopistas de peaje en quiebra revertirán a la Sociedad Estatal de Infraestructuras Terrestres (Seittsa), de titularidad pública, el 15 de enero de 2018, a excepción de la autopista Madrid-Toledo, que lo hará el 1 de abril del mismo año, según se prevé en el convenio firmado entre el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y el presidente de Seittsa, Manuel Niño.

Ciralsa, concesionaria de la autopista de circunvalación de Alicante, con una deuda estimada en alrededor de 250 millones, fue una de las nueve autopistas que solicitaron el concurso de acreedores en cascada a partir de 2012. Su accionista mayoritario era ACS con el 50%, mientras que el resto del capital se dividía entre Abertis y Globalvía a partes iguales (25% cada una).

Seittsa asumirá el 100% de las obligaciones de conservación, explotación y licitación de las autopistas, que saldrán a concurso para volver a manos privadas en el último cuatrimestre de 2018. Según el documento, la relicitación de las autopistas por parte de Fomento se hará en ocho concesiones distintas y «no excederá el 31 de diciembre de 2018».

Con la firma del convenio el pasado 16 de agosto, la empresa pública puede comenzar a elaborar los estudios de viabilidad y demanda pertinentes, así como los pliegos para relicitar los nuevos contratos de gestión de las autopistas. Se prevé que las autopistas generen un beneficio neto de 34,4 millones de euros el próximo año. Por su parte, el Ministerio de Fomento deberá tramitar y aprobar el estudio de viabilidad y los anteproyectos de construcción y explotación, aprobar los pliegos, publicar, adjudicar y formalizar los contratos y aprobar los proyectos que el concesionario presente.

El objetivo de completar todo el proceso en el mismo año responde a que, desde que empiecen a revertir las concesiones, el Gobierno deberá computar el gasto automáticamente en el déficit público.