¿Quién no ha soñado alguna vez con tener mucho dinero y poder invertirlo en lo que quisiera? La respuesta es fácil: todos. Sin embargo, la mayoría de veces resulta muy difícil llegar a tener el privilegio de poder cumplir muchos de esos deseos materiales. A pesar de esta negativa inicial, ¿y si estos sueños, los más profundos, se pudieran convertir en realidad de una manera sencilla?

Así es, hay una oportunidad de llegar a ser el presidente de un gobierno o el gerente de un negocio como un parque de atracciones y la solución, si bien no es completamente real, está en un sector cada día más creciente, el de los videojuegos. Y es que este tipo de simulación se puede aplicar a multitud de campos, aunque es la economía la que permite desarrollar de manera más precisa sensaciones que serían difíciles de encontrar en la vida real.

La mayoría de los simuladores económicos (conocidos también como business games) se basan en la recreación de una economía, aunque con la gran ventaja de no tener que arriesgar tu propio dinero para hacerlo. Todos ellos cuentan con un componente estratégico común, ya que llevan al usuario a tener que gestionar y plantear cada movimiento para salir airoso de los numerosos problemas que se pueden presentar.

El ejemplo más claro en este tipo de juegos son aquellos en lo que se da al usuario la posibilidad de dirigir un país o ciudad. Como explica Ocelot, uno de los youtubers españoles especializado en estos simuladores y que cuenta con miles de seguidores en su canal, «la mayor ventaja de estos títulos es que te ofrecen la posibilidad de ponerte en los zapatos de quién toma decisiones».

Sagas como Democracy, Geopolitical Simulator, a las que se suman otros títulos como Real Politiks, permiten que los jugadores cojan el rol de un presidente o primer ministro de un gobierno democrático. Para que este funcione debe introducir y alterar políticas en diferentes áreas, como los impuestos, la economía o la política exterior. Igualmente, el juego ofrece situaciones reales como protestas, crisis o desahucios que supondrán retos que se deberán superar si se quiere obtener un resultado satisfactorio.

Gigantes industriales

No obstante y pese a estas características, no todos los simuladores se han centrado en estos aspectos. Algunos de ellos han basado su estructura en el mundo empresarial, como es el caso de la saga Capitalism, donde los jugadores tienen como objetivo desarrollar sus compañías hasta convertirlas en auténticos gigantes industriales y financieros. Para conseguirlo, se puede elegir en qué ciudad fundar la empresa, el sector dónde desarrollarla, decidir con quién quieres negociar o planear hacia que otras zonas deseas expandirte.

De la misma temática, pero multijugador y mediante un navegador web es Virtonomics, otro juego que permite crear y desarrollar un negocio exitoso. Durante el proceso, los usuarios tendrán que luchar con miles de rivales reales, buscar nuevos mercados y conseguir que sus corporaciones sean un referente en cuanto a poder financiero y político. Para ello el jugador deberá ocuparse de multitud de aspectos, desde el comercio a las investigaciones científicas o el márketing.

Este carácter emprendedor es una de las razones que hacen que la gente disfrute de estos juegos. Para Ocelot, estos aspectos son la prueba de que «la economía está integrada en las mecánicas de prácticamente cualquier género de juegos y actúa como un medio a través del cual plasmar de manera efectiva tus ideas, planes o estrategias».

Gestión de negocios

También se encuentran dentro de esta categoría los denominados como tycoon, es decir, aquellos juegos que se basan en la gestión de negocios tan variados como un parque de atracciones o un zoológico. Este último caso, conocido como Zoo Tycoon, ya cuenta con tres entregas en el mercado y pone a los usuarios en la piel del dueño de este parque animal, cuya principal función es la de crear y desarrollar todos los componentes para hacer que este zoo sea un éxito. Los jugadores deberán construir diferentes hábitats en los que colocar a los animales, uno o varios de cada sexo, para permitir que se reproduzcan. Además, se deberán proporcionar servicios básicos como la alimentación, la diversión o la higiene, lo que permitirá que aumenten los visitantes que acuden a cada recinto y, en consecuencia, los ingresos del parque.

Si nos adentramos en la temática bursátil, también se han creado diversos proyectos exitosos. Uno de ellos, con iniciativa valenciana, es el concurso Brokermania de Florida Universitaria, un juego que tiene como fin interesar a los jóvenes en el paradigma económico. Según expresa su impulsora, Elodia San Miguel, «este juego, que cuenta con más de 1.000 participantes cada año hace que los estudiantes estén conectados con la realidad y les interese lo que pasa en su país».

Modelo para enseñar

El juego se desarrolla a través de la plataforma proporcionada por Renta 4 Banco y se centra en la compra y venta de acciones con dinero ficticio de los principales valores bursátiles. «Con el Ibex 35 -explica San Miguel- pueden aprender como funciona este mundo y mediante las noticias que buscan saben cómo va España. Encontrar algo que enganche a los estudiantes y que sea a la vez educativo es muy complicado y este proyecto lo consigue».

Y es que estos juegos también pueden usarse como una herramienta educativa, no solo dentro de la economía sino también en otras disciplinas y ciencias sociales. Como explica Ocelot, profesor de historia en la vida real, «se puede aplicar en el aula y da pie a numerosos proyectos que incluyen el uso del videojuego como forma de aprendizaje». Los simuladores económicos representan, en definitiva, un nuevo mundo, ese en el que los sueños están a tan solo un golpe de click.