En dos días, dos aperturas. El pasado lunes, la cadena de bares de cereales Cereal House, radicada en Madrid, hacía pública la apertura para este fin de semana de su primera franquicia en València, concretamente en la Avenida de Francia. Ayer, su cadena 'rival', Cereal Hunters Café, comenzó a agitar su aterrizaje en València con el anuncio de que abrirá un establecimiento en Conde de Salvatierra, aunque todavía no ha concretado la fecha.

En los últimos años, este tipo de bares que solo sirven cereales y leches (eso sí, cientos de variedades y marcas) se han convertido en una moda entre adolescentes y jóvenes en ciudades como Madrid. Estos establecimientos, de larga tradición Estados Unidos y con presencia en capitales europeas como Londres o Berlín, han comenzado a calar en los centros urbanos, empujados básicamente por el efecto de la moda proyectada a través de las redes sociales.

Ese es su canal. Basta echar un vistazo a la red para comprobar cómo youtubers, celebrities e influencers de moda han convertido en algo habitual las fotos y vídeos en estos establecimientos, poniéndolo de moda entre niños y adolescentes como lugar de encuentro, desayuno o merienda. Son bares, de hecho, en los que no se sirve alcohol. Priman los colores y las formas.

No hay cucharada sin Instagram

La visita tiene mucho de acontecimiento social, de postureo. En Madrid, sin ir más lejos, comenzaron por Malasaña, santuario hipster de la capital. No hay cucharada al bol de cereales sin haber subido antes la foto a Instagram.

Según asegura Daniel Terol, el empresario que pone en marcha la franquicia Cereal House en la Avenida de Francia, en Madrid hay cola los fines de semana. «Es un local para un público más joven. Un rango desde los 12 a los 17 años, aproximadamente», señalaba Terol a Levante-EMV.