La hostelería y el turismo se han convertido en un refugio en tiempos de crisis. Hasta límites insospechados. Según los datos que maneja la Agencia Valenciana de Turismo, la red de centros CdT ha estado formando desde las crisis a más de diez mil personas al año. Y los ratios de empleabilidad son destacables. «La media de inserción se sitúa cerca del 70%, y en ámbitos como la cocina superan el 90%», explica Javier González, responsable de la red de centros (CdT).
La agencia tiene edificios propios en Castelló, Gandia, Dénia, Benidorm, València, Alicante y Torrevieja, por donde pasaron en 2016 más de 10.200 personas desempleadas.
En estos momentos, los CdT imparten todos los certificados de profesionalidad del ministerio, que se gestionan a través del Servef. Además, ofrece cursos propios para personas que, por carencias académicas, no pueden disfrutar de la formación que requiere pruebas de acceso. Además de la formación para parados, los centros ofrecen formación continua.
Al margen de la empleabilidad, desde el departamento de Francesc Colomer destacan cómo la crisis ha cambiado el perfil del alumno en busca de formación en hostelería y turismo. «Se ha producido un cambio. Ha venido mucha gente de sectores en crisis. Hace diez años, la media de edad eran los 20 años. Hoy supera los 35», añade Javier González.
Tal como señalan las estadísticas, en el año 2007 el 65% de los alumnos tenía menos de 29 años. Hoy, el 65% tiene más, y en particular el 25% cuenta con más de 45 años: «Mucha gente ha venido de otros sector y ha conseguido una salida profesional».
Ex de RTVV y estrellas Michelin
Y no se trata únicamente de gente castigada por la crisis de la construcción. González cita más de 35 exempleados de RTVV que han pasado por sus aulas en los dos primeros años tras el cierre; o personal cualificado como aparejadores o arquitectos, «gente que queda en el desempleo pero con una idea clara y capacidad económica que lo primero que hace es formarse».
En lo que respecta a cocina, de hecho, el CdT se está convirtiendo en centro de cualificación de referencia. Por sus aulas han pasado, entre otros, Kiko Moya, de l'Escaleta de Cocentaina, que cuenta con dos estrellas Michelin y se formó en el centro de Alicante. O el sumiller Maximiliano Bau, Nariz de Oro en 2005 y actualmente profesor en la red.
Por cursos, cocina es el que atrae a más alumnos, con 4.593 alumnos en 2016, frente a algo más de dos mil en servicio/sala, o 1.158 en gestión.
Se trata de cursos gratuitos, gestionados con fondos europeos en régimen de cofinanciación, y organizados teniendo en cuenta las necesidades de las empresas, lo que facilita, y explica, los altos niveles de empleabilidad.
El turismo y todo lo que conlleva son un motor de empleo creciente. Durante el segundo trimestre de este año, el número de alumnos se ha afiliados a la Seguridad Social asciende a 240.338 personas, un 6,6% más. Y hostelería es el segmento con más peso, con 172.000 afiliados este verano.
