Los falsos autónomos hacen que la Seguridad Social deje de ingresar una cantidad aproximada a los 562,3 millones de euros al año, según datos recopilados por la Unión de Autónomos Uatae a partir de las últimas Encuestas de Población Activa (EPA) publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La organización ha puesto de relieve que este tipo de fraude ha proliferado en los últimos años de crisis porque reduce notablemente los gastos de empleabilidad de las empresas defraudadoras. Además, según las estimaciones de Uatae, cotejados con el INE, en España existen unos 210.000 falsos autónomos.

La pérdida de más de 500 millones que sufre la Seguridad Social la obtiene Uatae cruzando la cantidad de falsos autónomos que existen en España con los datos oficiales del salario más frecuente en España (16.498,47 euros), los tipos de cotización estipulados para la Seguridad Social y la cotización mínima de los autónomos (275 euros). No obstante, la secretaria general de Uatae, María José Landaburu, cree que la cantidad final de dinero que pierden las arcas de la SS es «mayor», porque una gran cantidad de los falsos trabajadores por cuenta propia se acogen a la tarifa plana de cotización de 50 euros.

«Los jóvenes son los que padecen este fraude, porque es un recurso muy presente en los primeros contratos y porque tienen disponible la tarifa de 50 euros», ha subrayado Landaburu. Los falsos autónomos son empleados obligados por sus compañías a darse de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), cuando sus condiciones laborales corresponden al Régimen General para ahorrarse los costes de empleabilidad, entre los que están los de la SS. Landaburu cree que este fenómeno es «la precariedad llevada al extremo», ya que «no solo se defrauda al Estado, sino que se menoscaban los derechos que le corresponden a los trabajadores asalariados al contratarlos como autónomos».