Lanzadera, la aceleradora e incubadora de startups de Juan Roig, busca alianzas con grandes corporaciones para diversicar su oferta. La aceleradora ya cerró con éxito un acuerdo con Sony para desarrollar tres videojuegos de PlayStation que verán la luz estas Navidades y ahora negocia la extensión de este tipo de pactos. Javier Jiménez, director general de Lanzadera, explicó que están hablando con otras compañías para impulsar retos con los emprendedores seleccionados en Marina de Empresa. «Son compañías que necesitan innovar, pero no quieren montar una aceleradora. Nosotros podemos canalizar esos retos. Es algo similar a lo que ha hecho Bankia con la aceleradora de fintech», precisó.

El responsable de la aceleradora añadió que este año han incrementado un 30 % el presupuesto para dar cobertura con nueve millones de euros a ochenta empresas emergentes que participan en los programas de Lanzadera, Campus y Garaje. «Hemos revisado 9.437 proyectos desde el primer día. Las empresas que han entrado han captado doce millones de euros de financiación externa y Lanzadera ha aportado otros doce millones en estos años», precisó.

Javier Jiménez indicó que han generado más de 220 empleos. Por contra, una de cada tres startups no alcanza los tres años de vida. A veces mueren por mala suerte. El director de Lanzadera recordó el caso de un emprendedor que desarrolló una aplicación de vídeos en directo y justo en el último momento Facebook sacó Facebook Live, que básicamente hacía lo mismo.

La principal novedad de este año es la posibilidad de acceder a los programas de los equipos emprendedores durante todo el año cuando antes solo se realizaba una convocatoria anual. La aceleradora va a abrir tres ventanas de oportunidad para seleccionar los proyectos en septiembre, enero y mayo.

«Tenemos dos cosas distintas al resto de empresas: Juan Roig y la formación a todos los emprendedores sobre los modelos de gestión de empresas», destacó Javier Jiménez.

Juan Roig invierte directamente en alguno de los proyectos a través de Angels. El empresario acaba de invertir 179.000 euros en la empresa tecnológica Quibim (que permite analizar imágenes médicas con precisión a partir de biomarcadores) y 152.800 euros en la startup Sheetgo (que facilita la gestión de las hojas de cálculo).