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Cepymeval se queda en el limbo

La patronal de pymes creada bajo el paraguas de la extinta Cierval sigue viva pero en la práctica carece de operatividad

Cepymeval se queda en el limbo

La antigua patronal autonómica Cierval pasó a mejor vida hace unos meses, pero se sigue removiendo en su tumba. Vamos, que no está muerta del todo. Y es que Cepymeval, la organización que creó para representar a las pymes, se mantiene viva y con independencia jurídica, aunque en la práctica carece de operatividad. O sea, que está en el limbo. Sin apenas protagonismo mientras Cierval funcionaba, Cepymeval ha vuelto al primer plano «resucitada» por los dirigentes de la Coepa alicantina y la CEC castellonense, opuestos a la nueva autonómica creada a partir de la provincial de Valencia CEV.

Descolocados por el goteo incesante de adhesiones a la CEV por parte de asociaciones, federaciones y empresas de Alicante y Castelló y acosados por sus casi nulas posibilidades de viabilidad dadas sus deudas o las reclamaciones judiciales, los dirigentes empresariales del norte y el sur que mantienen vivo el espejismo de sus respectivas patronales provinciales se han acogido ahora a Cepymeval con dos objetivos, según las fuentes empresariales consultadas: tratar de obtener por esa vía ayudas públicas derivadas de la Ley de Participación Institucional, a las que ya solo puede acceder la CEV al ser reconocida para tal fin por la Generalitat, y ejercer presión sobre los dirigentes de la nueva autonómica para tratar de negociar el futuro de Coepa y CEC.

Embarcada en una nueva dinámica, la CEV no quiere saber nada de sus antiguas correligionarias de Alicante y Castelló, porque quiere eludir a toda costa la sucesión de empresas respecto de Cierval, que podría acarrearle tener que hacerse cargo de sus deudas. Además, sacar del armario a Cepymeval no parece una idea demasiado provechosa.

Los extrabajadores que han denunciado a Cierval en pos de indemnizaciones están estudiando ampliar la querella a la organización de pymes. Eso, por un lado. Por el otro, Cepymeval tiene fondos propios negativos, según fuentes conocedoras de sus estados contables. Su secretaria general fue despedida con la liquidación de Cierval y, para nombrar a un sucesor, así como para otras decisiones como aprobar la incorporación de nuevos socios, requiere de la autorización de un órgano consultivo y cuyas decisiones son vinculantes que está formado por los presidentes y vicepresidentes de Cierval y Cepymeval.

Dado que la primera ya no existe, tampoco puede nombrar representantes. Ese órgano se puede suprimir, pero, para hacerlo, es necesaria una reforma de los estatutos. Sin embargo, todo cambio en los mismos requiere de una mayoría del 66 % de la asamblea. La CEV controla el 41 %. Por tanto, la suma de Castelló (26 %) y Alicante (33 %) no es suficiente. Así que Cepymeval, en verdad, lo que parece más bien es un zombi. Además, a la nueva patronal CEV le queda también el recurso de abandonar la organización de pymes, con lo que esta dejaría de ser autonómica y, por tanto, no podría obtener ayudas públicas, que, por otra parte, siempre recibió a través de Cierval, nunca de forma directa.

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