Las empresas familiares españolas afrontan el futuro con optimismo. Así se desprende de la edición española del VI Barómetro de la Empresa Familiar, elaborado por KPMG en colaboración con las Asociaciones Territoriales vinculadas al Instituto de Empresa Familiar, en el cual el 80% de los encuestados muestra una impresión «positiva» o «muy positiva» sobre la situación económica que tendrá su compañía en los próximos 12 meses.

Atendiendo a la comparativa con las ediciones anteriores, se observa una continuidad de la tendencia iniciada hace algunos ejercicios. Así, en 2013 solo el 42% de las empresas familiares tenían una perspectiva positiva de la evolución de sus negocios, registrándose en años posteriores una recuperación significativa de la confianza, hasta llegar al nivel máximo actual.

La confianza en el futuro se sustenta, una vez más, en los buenos resultados registrados este año en términos de facturación, empleo e internacionalización. Así, una mayor proporción de empresas familiares ha incrementado o mantenido su facturación, mientras que solo el 8 % la ha visto reducida. En términos de empleo, un 94 % ha aumentado o mantenido su plantilla, y el 76 % declara tener ya presencia en mercados extranjeros.

Respaldadas por las buenas perspectivas, las empresas familiares han incluido nuevas inversiones en sus planes estratégicos. En este sentido, han priorizado la mejora de la rentabilidad (70 %), el incremento de la facturación (52 %) y la innovación (34 %). Además, aspectos como la atracción del talento (28 %), el adelanto de la salida a nuevos mercados (26 %) han sido algunas de las prioridades que más han crecido en importancia para los empresarios familiares españoles. En opinión de Ramón Pueyo, socio responsable de Empresa Familiar de KPMG en España, «los resultados del barómetro llevan a pensar que en los últimos años se ha asentado entre los empresarios familiares un clima de optimismo expectante».

Según expresa, «tras la incertidumbre, sus agendas están más enfocadas en cuestiones como la innovación de los modelos de negocio y la influencia sobre las capacidades de las compañías o asuntos relacionados con cómo crecer y ganar tamaño. Esto debe hacernos sentir optimistas; seguramente, los empresarios familiares son un buen indicador adelantado del rumbo que está tomando la economía española».

El 84 % de estas empresas han incluido planes de inversión en los próximos 12 meses, de los que más de la mitad (55 %) estarán enfocados a desarrollar la actividad principal de la compañía, un 50 % a las nuevas tecnologías, y a la contratación y formación de nuevos profesionales e internacionalización, con un 36 % de respuestas en ambas. A pesar del optimismo generalizado, las empresas familiares se enfrentan también a un entorno complejo que no está exento de retos. En este sentido, un 51 % señala la creciente competencia como el principal desafío al que se enfrentan en la actualidad. La necesidad de contar con profesionales cualificados, indicado por un 40 %, y la disminución de la rentabilidad, señalada por un 32 %, le siguen como las principales trabas observadas por las empresas familiares españolas.

La incertidumbre política, que en la edición anterior ocupaba la primera posición entre los desafíos, retrocede hasta la cuarta posición en esta ocasión. De forma similar, el acceso a la financiación ha dejado de ser uno de los principales retos, hasta el punto de que el 82% de las empresas encuestadas afirma no haber tenido problemas para obtener crédito en este último año.

Garantía de traspaso

Por otro lado, garantizar el traspaso de la propiedad de la empresa familiar y los planes de sucesión es otro de los aspectos más relevantes para estas compañías. En este sentido, el 20% de los encuestados admite que está valorando traspasar la gestión de la empresa en los próximos 12 meses, y un 10% reconoce estar pensando en traspasar la titularidad de la misma, mientras que solo el 6% reconoce se plantea vender la sociedad.

La importancia de mantener el legado en la empresa familiar queda confirmada por 9 de cada 10 compañías, que destacan el control del negocio dentro de la familia y la mejora de la comunicación entre las distintas generaciones al ser preguntados por los factores de éxito. En cualquier caso, para el 95% de las empresas familiares españolas el primer elemento clave sería contar con unas buenas estructuras de gobierno corporativo y procesos.