La crisis, como es conocido, no le sentó nada bien a las cooperativas de crédito valencianas y la fase actual de recuperación económica, en un entorno de reducidos márgenes por los bajos tipos de interés, no les está sirviendo para retornar a los tiempos previos. Así, las cajas rurales de la autonomía que han sobrevivido a la tormenta ganaron en conjunto, al cierre del primer semestre de 2017, un total de 17,9 millones de euros, un 73 % menos que hace justo una década, es decir, cuando en el verano de 2007 la Gran Recesión empezó a emitir señales. Si se tiene en cuenta a Cajamar, la entidad con sede en Almería que engulló a algunas de las principales rurales valencianas durante este proceso, el descenso en los beneficios globales del sector es menor -un 57 %-, al caer de 121,5 a 52,3 millones.
Cajamar generó en los seis primeros meses de 2007 unos beneficios de 55 millones. Justo una década más tarde, la cifra se había reducido a 34,3. Y eso que durante los años de la crisis económica incorporó a su balance una muy relevante parte del cooperativismo de crédito valenciano. De hecho, las seis cajas rurales de la autonomía que han desaparecido en esta última década lo han hecho absorbidas por Cajamar. Entre ellas se encuentra Ruralcaja, que en aquel momento era la segunda de España, justo por detrás de la andaluza. Ruralcaja había generado en el primer semestre de 2007 unos beneficios de 26,4 millones. También se engulló a la que era tercera en resultados (Cajacampo, con 4,8 millones), a la sexta (Crèdit València, con 2,07 millones), a la séptima (Castelló, con 2,009), a la novena (Villarreal, con 1,54) y a una pequeña como Casinos, que solo registraba 191.000 euros de ganancias.
De las rurales valencianas que mantienen su independencia jurídica (incluidas las casi dos docenas que se integraron en el Grupo Cooperativo Cajamar y las cinco que forman parte del Banco de Crédito Cooperativo que lidera la entidad con sede en Almería), solo tres han mejorado sus resultados respecto a hace una década. Se trata de la Central de Orihuela, que ha pasado de 4,1 a 6,3 millones, la de L´Alcúdia (de 621.000 a 817.000 euros) y la de Alcora (de 784.000 a 998.000). Se da la circunstancia de que estas tres son de las pocas de la autonomía que no tienen vínculo alguno con Cajamar.
Algunas cooperativas han sufrido mermas muy considerables en sus resultados en estos años, singularmente, la rural de Torrent, que ha pasado de 3,74 millones a 522.000 euros. También La Vall Sant Isidre: de 1,6 millones a 312.000 euros.
