Los empresarios citrícolas de Sudáfrica, agrupados a través de la influyente patronal naranjera South Africa´s Citrus Crowers´, han decidido paralizar sus exportaciones de agrios a la Unión Europea (UE) tras detectarse la presencia de la llamada mancha negra (Citrus black spot), un hongo que deteriora la fruta hasta hacerla inservible para su salida comercial en los mercados.

La Unión Europea importa unas 600.000 toneladas de cítricos procedentes de Sudáfrica durante cada campaña, que en su mayoría entran por el puerto de Rotterdam. Este país es uno de los principales competidores de los productores españoles y, además, se beneficia del reciente acuerdo sellado con la Comisión Europea, pues ofrece condiciones ventajosas a los cítricos de Sudáfrica al reducir aranceles de entrada progresivamente hasta reducirlos a cero dentro de una década.

En noviembre de 2013 la Comisión Europea, dado el alto número de interceptaciones de mancha negra, ordenó un veto a las importaciones de Sudáfrica. Con todo, fue un veto simbólico porque la campaña ya había finalizado. Además, en septiembre de 2015 ya decidió hacer algo parecido. Y ahora se produce la tercera suspensión para evitar males mayores; es decir, que la Unión Europea dictamine la prohibición. El sector citrícola emplea en Sudáfrica hasta 100.000 trabajadores, lo que podría provocar un serio revés a su sector citrícola.

Hasta septiembre de esta campaña se habían registrado siete interceptaciones por mancha negra y otras ocho, por Thaumatotibia leucotreta (plaga que destroza el interior de la fruta). En las primeras semanas de octubre, según fuentes del sector agrario , podrían haberse disparado estos rechazos, muy especialmente por mancha negra. Esto ayuda a entender la decisión que han tomado los exportadores sudafricanos.

Fuentes del Comité de Gestión Cítricos califican de «estética» la medida tomada sobre las naranjas porque la campaña está prácticamente finalizada. De igual manera sospechan que, a falta de conformación oficial, «estos envíos interceptados pueden haberse beneficiado de los controles más laxos que la Comisión Europea permite siempre y cuando se alegue que esta fruta se destine a sus transformación en zumos». Esta vía paralela de entrada ha sido duramente criticada por todo el sector citrícola debido a los riesgos fitosanitarios que entraña en tanto que se sabe que estas partidas, una vez en territorio UE, pasan a comercializarse en el mercado en fresco.

Sudáfrica ha encabezado el país con mayores rechazos en los envíos de agrios respecto al total de mercados de fuera de la UE. Estos rechazos podrían deberse también a presiones ejercidas por el Comité de Gestión de Cítricos para mejorar los controles por la principal vía de acceso de los cítricos, es decir el puerto de Rotterdam. La CE prometió auditar los servicios de inspección holandeses antes de finalizar este año.