El sector turístico de la Costa Blanca trata de «blindarse» de cara a la próxima temporada alta de 2018 primando con descuentos de hasta el 35% sobre las tarifas oficiales la reserva de las vacaciones. De entrada, los hoteles venden ya estancias de una semana en pensión completa para julio por 300 euros. Una medida de prevención ante el impacto que puede tener la vuelta al mercado turístico de Túnez y Turquía, la todavía ligera desaceleración del mercado británico y incertidumbre que ha provocado en el sector la situación política en Cataluña que, según los expertos, también podría tener un efecto contagio negativo en el resto de España, máxime cuando hay empresas que empiezan a alertar a sus visitantes de que tomen precauciones en sus visitas a Barcelona.

El efecto positivo de la Costa Blanca como destino seguro se mantiene fuerte, pero los tour operadores británicos y alemanes han vuelto a incorporar a sus folletos las playas de Túnez, Turquía y Egipto tras tres años cerradas, y eso va a ser una complicación, según apuntan fuentes de la patronal.

De hecho, buena parte del «boom» turístico que vive el Mediterráneo español en los últimos años se ha debido, en gran parte, a la crisis de Túnez, Egipto y Turquía, que ha posibilitado, por ejemplo, el crecimiento de hasta medio millón de pasajeros nuevos en el aeropuerto de Alicante-Elx, una de las infraestructuras más expuestas al posible impacto negativo de la apertura de Túnez, más incluso que el todavía inexistente «efecto Brexit».

Túnez es un destino muy rentable para los mayoristas británicos, ya que el tiempo de viaje del vuelo en avión no supera en más de una hora al necesario para llegar a la Costa Blanca. Además, las tasas aeroportuarias son mucho más baratas, no existe el IVA y los complejos turísticos son modernos, muy completos, baratos y no gravan el alojamiento.

El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, se mostró ayer, sin embargo, prudente ante esta iniciativa. «Tenemos que crecer y ser fuertes por nosotros mismos y ese es siempre nuestro objetivo. Las influencias externas van a ser constantes en este sector. El mundo cambia, las tendencias también y siempre puede suceder algo que te condicione para bien o para mal. Nuestro objetivo debe ser apostar por la diversificación de producto y la calidad para que los turistas nos elijan frente a otros destinos. La geopolítica es una constante que siempre condicionará la toma de decisiones, por lo que debemos estar preparados en todo momento».

En cuanto a la incidencia de la apertura de Túnez, Turquía y Egipto al mercado británico, Colomer también optó por la prudencia. «De momento, y con todo lo que se ha hablado del efecto Brexit, no hemos notado caídas pero hemos contratado una agencia de promoción en el Reino Unido para reaccionar ante cualquier incidencia», apuntó Colomer.

Para Luis Martí, presidente de la Confederación de Empresarios Turísticos de la Comunitat Valenciana (CET-CV), la vuelta al mercado de los países árabes del Mediterráneo era previsible. «El que pensaba que su salida de la oferta turística era para siempre estaba muy equivocado». Por eso precisamente el sector hotelero de la Comunitat no debe entrar en una lucha de precios porque «ellos siempre van a ser más baratos».

Los empresarios turísticos admiten que ya han notado algún tipo de presión por parte de los principales touroperadores mundiales para que bajen los precios, pero, por el momento, «la mayoría de compañías todavía no han establecido los precios definitivos».

El «efecto Cataluña»

La repercusión que tendrá sobre el turismo la convulsa situación política catalana, será relativa. Hay que tener en cuenta que el último tramo del año es «la que tiene peores datos de ocupación en la provincia de València». Así que, confiando en que en enero la situación política ya se habrá normalizado, la CET prevé que el sector llegará a la temporada alta con los buenos datos de ocupación habituales. Aunque eso sí, para Martí no hay que llevarse a engaño: «que nadie piense que vamos a tener un aluvión de turistas que desvían su destino desde Cataluña a la Comunitat Valenciana.

«Si llega algún turista a nuestros negocios por esta una razón de inseguridad, será anecdótico y no una tendencia representativa», advierten. Los empresarios prevén que la fortaleza catalana en el sector turístico continuará vigente pese a las fluctuaciones políticas que están teniendo lugar.

Por su parte, el «lobby» turístico Exceltur ha llamado a recuperar con urgencia el marco constitucional y legal en Cataluña bajo el que dirimir cualquier aspiración o diferencia. De mantenerse hasta final de año -en plena temporada de congresos y turismo vacacional y de compras- la actual previsión de caída de ocupación hotelera del 20%, que ya se acusa en Barcelona, se traducirá en una pérdida de 1.197 millones de euros de actividad económica, según Exceltur.