Bankia ganó 739 millones en los nueve primeros meses del año, un 1 % más, gracias a las menores dotaciones a provisiones por la bajada de la morosidad y ha sumado depósitos en Cataluña durante la deriva independentista, que cree que apenas tendrá impacto en la economía española. En el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri se muestran optimistas en cuanto al futuro, no sólo por la absorción de BMN, fruto de la fusión de Caja Murcia, Caja Granada y la balear Sa Nostra, sino también porque esperan que los tipos de interés suban.

El banco calcula que en 2018 el euríbor, referencia de la mayoría de hipotecas, dejará de estar en negativo, y en 2019 estaría unos 30 puntos básicos por encima de los niveles actuales, con lo que los ingresos de Bankia aumentarían unos 250 millones al año, según desveló su consejero delegado, Jose Sevilla. Mientras tanto, el grupo presume de ganar clientes y admite que a algunos preocupados les abrió cuentas fuera de Cataluña en las últimas semanas, aunque cree que «parte de ese dinero volverá» a medida que se normalice la situación.

Al mismo tiempo el banco prácticamente mantuvo su actividad en la región y ganó depósitos de otras entidades en las primeras semanas de octubre, pero insistió en que se consiguió sin utilizar nunca las debilidades de un competidor, pues la política de Bankia es ganar clientes «haciéndolo en buena lid».

En lo que queda de año y tras la convocatoria de elecciones, el número dos de Bankia espera que la situación en Cataluña se normalice, con lo que la crisis tendría un impacto «mínimo» en la economía y se vivirían momentos de menos volatilidad en los mercados. En rueda de prensa, el banquero explicó también que Bankia ganó un 1 % más hasta septiembre por las menores dotaciones, la caída de gastos y gracias al dinamismo del negocio: «Más clientes, más vinculados y más satisfechos».

Las nuevas hipotecas ascendieron a 1.333 millones, 2,3 veces más, en tanto que la financiación a pymes avanzó un 22,1 % y un 15,9 % en el resto de empresas, mientras el crédito al consumo subió un 19,6 %, hasta 1.246 millones. La solvencia siguió mejorando, con una ratio de capital CET1 fully loaded, es decir, teniendo en cuenta los requerimientos de Basilea III, del 14,16 %, frente al 13,02 % del cierre de 2016.

El saldo de dudosos se redujo un 11,2 %, hasta 10.194 millones, con lo que la morosidad cayó un punto, hasta el 8,8 %, con una cobertura del 53,8 %. Las cuentas de Bankia baten las expectativas de los analistas, aunque la rentabilidad sobre fondos propios bajó al 8,1 %, frente al 8,2 % de septiembre de 2016. Los bajos tipos de interés explican que el margen de intereses se redujera un 10,1 %, hasta 1.467 millones, pero las comisiones crecieron un 4,1 %.